SANTIAGO.- La ministra de Salud, Michelle Bachelet, y el presidente de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem), doctor Jorge Rojas, dieron hoy inicio a la campaña de prevención "Alto al fuego", iniciativa impulsada desde hace siete años por ambas instituciones, que busca disminuir la ocurrencia de accidentes por la utilización de fuegos artificiales.
En la ocasión, tanto la secretaria de Estado como el doctor Rojas destacaron los efectos positivos que ha tenido este año la vigencia de la Ley 19.680, que regula el uso de fuegos de artificio y prohibe su venta a público en general.
El año pasado, hasta esta misma fecha, Coaniquem había registrado alrededor de 10 casos por quemaduras con fuegos artificiales (el 6,5 por ciento del total anual), en cambio este año, a igual período, no se han notificado accidentes con juegos pirotécnicos.
Sin embargo, según precisó la ministra, se avecinan las fechas de más alto riesgo, Navidad y Año Nuevo, por lo que el 6 de diciembre último se inició en 432 centros asistenciales de todo el país una campaña de vigilancia epidemiológica de quemaduras por fuegos artificiales.
La medida se prolongará hasta el 6 de enero del 2001, con el fin de que la comunidad, en especial los padres de familia, estén alertas ante la peligrosidad de esos objetos, se abstengan de adquirirlos y denuncien a quienes los vendan.
El doctor Jorge Rojas, en tanto, señaló que lo más lamentable del manipulación de fuegos artificiales es que de tres niños quemados, dos no jugaban con esos artefactos.
En ese sentido, la epidemióloga de Coaniquem, Edith Cornejo, dijo que en el grupo de infantes que se accidentan por acciones de terceros, la mayoría son niñas menores de nueve años de edad, las que se queman al ser espectadoras de cómo otros manipulan fuegos artificiales.
Asimismo, la facultativa indicó que los "petardos" y las "chispitas" son los más peligrosos y que las zonas del cuerpo más afectadas por las quemaduras son las manos y el rostro, específicamente los ojos.
La Ley 19.680 establece que sus infractores se exponen al pago de multas que fluctúan entre 276 mil y los 2 millones 70 mil pesos, así como al decomiso de fuegos artificiales y a la clausura hasta por treinta días del local comercial en que se ejecuta la venta éstos.
Referente al decomiso de estos artefactos, Jorge Rojas señaló que en lo que va del año se han incautado alrededor de dos toneladas de fuegos artificiales.
