SANTIAGO.- Chile pedirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que exija a Perú hacer a la brevedad un nuevo juicio a los seis chilenos presos en ese país y que manifieste además a las autoridades su preocupación por la salud de los reos, que llevan 12 días en huelga de hambre.
Así lo confirmó a EFE Mario Valdivia, hermano de uno de los reclusos, tras reunirse con el director de Política Exterior de la Cancillería chilena, Mario Artaza, y el embajador Alejandro Salinas, que ha llevado el tema.
La presentación ante la Corte Interamericana se realizará mañana.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos exigió a Perú, a través de un fallo de junio de 1999, hacer un nuevo juicio a los chilenos.
Sin embargo, el entonces presidente Alberto Fujimori se negó a acatar la sentencia y se marginó del organismo.
Pero tras su renuncia al Gobierno y su reemplazo por el mandatario interino Valentín Paniagua, el Congreso peruano reconoció la competencia de la Corte Interamericana en enero pasado y las autoridades manifestaron su disposición para realizar un nuevo juicio a los chilenos.
Los embajadores Artaza y Salinas explicaron hoy a los familiares de los presos en Perú las gestiones que han efectuado ante las autoridades de ese país para lograr su repatriación.
Señalaron que las autoridades de Perú se negaron a cumplir con el fallo de la Corte Interamericana argumentando que una de sus disposiciones implica modificar las leyes de excepción impuestas por Fujimori, "ya que eso significaría liberar también a los reclusos peruanos", sostuvo Mario Valdivia.
"El Gobierno peruano se negó y está cerrado a cualquier posibilidad de expulsión, sea indulto, extrañamiento (exilio) o conmutación de pena porque cualquiera de estas alternativas sería discriminatoria con los presos peruanos", afirmó.
Mario Valdivia es hermano de Alejandro Valdivia, quien junto a Jaime Castillo, Lautaro Mellado, María Concepción Pincheira y Alejandro Astorga llevan 8 años de presidio en Yanamayo, al sureste de Lima y a más de 4.000 metros de altura.
A ellos se suma Marcela González Astudillo, quien está recluida en la capital peruana.
Todos fueron condenados en 1993 por jueces ''sin rostro'' acusados de pertenecer al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) y del delito de ''traición a la Patria''.
González y Valdivia cumplen condena a 20 años, mientras que el resto fue sentenciado a cadena perpetua.
