SANTIAGO.- Un grupo de representantes indígenas del sur de Chile ocupó hoy durante cuatro horas las oficinas de la Unión Europea (UE) en Santiago, para exigir la libertad de nueve líderes mapuches sometidos a procesos por ocupaciones de tierras, según denunciaron.
La manifestación concluyó cuando el grupo se retiró en forma pacífica, sin ser interceptado por la Policía, tras una intervención de la Cancillería chilena.
La ocupación simbólica que iniciaron 12 indígenas mapuches, incluida una niña, se prolongó desde el mediodía en las oficinas de la UE, donde los manifestantes pedían ser escuchados por las autoridades, informó el portavoz del grupo, Juan Pichún.
"Hay personas en la cárcel pero hay otros hermanos que están procesados", dijo Pichún en declaraciones a la prensa en las afueras de la representación de la UE.
Los procesos contra dirigentes de varias organizaciones mapuches se enmarcan en las tensiones que vive la Región de la Araucanía, donde campesinos indígenas reclaman la devolución de tierras "usurpadas" por empresas forestales.
Pichún señaló que los mapuches desean que una comisión del Parlamento Europeo visite Chile, para que conozca los conflictos que enfrentan sus comunidades.
Dos horas después de iniciada la ocupación, un emisario de la Cancillería llegó hasta las oficinas de la UE para dialogar con los ocupantes, pero declinó formular declaraciones, constató la AFP.
"Hemos decidido hacer ocupación temporal de la Embajada de la Unión Europea en Santiago como un acto desesperado para denunciar ante la comunidad internacional los graves atropellos a los derechos humanos de que somos víctimas", señaló un comunicado de la organización Coordinadora Arauco-Malleco, a la que pertenecen los manifestantes.
"Consideramos un deber de la comunidad internacional, y en especial de la comunidad europea, tomar conocimiento de estos graves atropellos, más aún considerando la proximidad de un acuerdo de libre comercio", agregó la declaración.
La protesta mapuche concluyó luego de una segunda visita del emisario de la Cancillería, José Miguel Cruz, que declinó precisar cuales fueron los términos del acuerdo con los manifestantes.