RANCAGUA.- Esta tarde se concretó la clausura de la planta de revisión técnica del empresario Alirio Bravo, en Litueche, y la sucursal que fue autorizada en mayo último en Rancagua, tras el cierre de las dos de estos establecimientos de propiedad del procesado Carlos Filippi.
Así se aplicó la resolución administrativa de caducidad de la concesión, luego de comprobarse que la planta otorgaba los permisos sin que los vehículos pasaran por el recinto.
De esta manera, el Seremi de Transportes de la Sexta Región, Héctor Iribarren, fue el encargado de materializar la resolución derivada del proceso administrativo que afectó al concesionario.
Iribarren dijo estar consciente que los usuarios tendrán problemas, especialmente los automovilistas a quienes se les rechazó la revisión en la planta de Bravo, por lo que en las últimas horas dará a conocer una solución para los afectados.