WASHINGTON.- El diario estadounidense "The Washington Post" informó hoy que con el Tratado de Libre Comercio (TLC) logrado ayer con Chile, la administración Bush pretende aumentar la presión sobre el Presidente electo de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva, para que su país negocie acuerdos de libre comercio de este tipo.
El "Post" asegura que en términos de impacto en la economía estadounidense, el TLC con Chile es "poco importante", pero que su relevancia radica en la estrategia del Gobierno del Presidente George W. Bush para promover su agenda comercial en la región.
El diario explica además que la estrategia del Gobierno del Presidente George W. Bush es firmar convenios bilaterales en la idea de que "los países estarán más dispuestos a sumarse a acuerdos más amplios, si sus naciones rivales firman acuerdos de libre comercio con Washington, porque tendrán miedo de perder acceso al lucrativo mercado estadounidense", indica, citando palabras del Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick.
En ese sentido, según el "Post", el TLC con Chile buscaría atraer a Brasil a negociar, por ejemplo, el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), un punto que Washington empuja firmemente en su agenda y sobre el que el Presidente electo de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva, ha expresado interés pero también reservas.
"Lula" da Silva ha dicho que el ALCA es más una anexión de América Latina por parte de Estados Unidos que un tratado entre iguales, ante lo cual Zoellick llegó a decir durante una visita al país sudamericano que Brasil puede, si quiere, quedar afuera del ALCA y comerciar con la Antártida.
El Mandatario brasileño dijo que no respondería a "un subordinado de un subordinado", sin caer en cuenta que Zoellick no lo es, ya que su cargo tiene rango ministerial.
Pero las relaciones entre ambos parecen haberse encaminado durante la visita esta semana de "Lula" da Silva a Washington.
El Mandatario electo fue recibido por Bush en la Casa Blanca acompañado por sus principales asesores y ministros, incluyendo a Zoellick, quien después comentó que tras esa reunión, quedó convencido de que Brasil "se va a tomar las negociaciones en forma extremadamente seria".
El TLC Chile-Estados Unidos, que llevó 12 años de intensas negociaciones, establece la eliminación de los aranceles durante el primer año del acuerdo para el 85 por ciento de los productos industriales y de consumo que se comercian en forma bilateral.
Al final de un período de desgravación de 12 años, no habrá más aranceles ni excepciones a ningún renglón de bienes para su exportación al otro país.
Un estudio difundido esta semana por la oficina que dirige Zoellick indica que este acuerdo agregaría unos 4.200 millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) del país norteamericano, a través del aumento de sus exportaciones.
"Esta cifra en términos absolutos, es sólo 0,04 por ciento del total del PIB de Estados Unidos", explica el Post.
"Desde la perspectiva estadounidense, estos acuerdos son relativamente poco importantes en términos de su impacto directo en la economía estadounidense, de 10,5 billones de dólares", añade.
Sin embargo, el diario también reconoce que el TLC con Chile es un "importante paso adelante en la agenda comercial de la administración, especialmente considerando que (la idea de) incorporar Chile al TLCAN (integrado por Canadá, México y Estados Unidos) recibió mucho tiempo pura retórica de Washington pero sin resultados concretos".