SANTIAGO.- A dos semanas de celebrarse Navidad ya se registró el primer caso de quemaduras por fuegos artificiales, esta vez un menor de siete años de la ciudad de San Felipe, Quinta Región, quien sufrió lesiones en su rostro, cuello y ojos mientras manipulaba un petardo.
Este hecho, a juicio de Coaniquem, echa a tierra el nivel de eficacia de la campaña "Alto al Fuego" del año pasado que buscaba que ningún niño sufriera quemaduras por fuegos artificiales de uso doméstico hasta la noche de Año Nuevo.
En efecto, durante el período 2001–2002 se notificaron 7 casos, todos los cuales se produjeron a partir de la madrugada del 1 de enero.
Esto marcó un hito importante, dado que la segunda fecha con más alto riesgo de quemaduras infantiles de este tipo, históricamente se producía la noche del 24 y la madrugada del 25 de diciembre.
Para el presidente de Coaniquem, Jorge Rojas, esto significa un hecho desafortunado porque hoy tenemos que lamentar un accidente que pudo ser evitado. Ahora la tarea es de las autoridades, pues como sociedad tenemos los instrumentos necesarios para fiscalizar y hacer efectiva la ley que prohibe el uso y venta de estos artefactos que sólo causan daño".
Según informó, la entidad envió una carta a todos los Intendentes del país solicitando fiscalizar exhaustivamente la venta clandestina de estos elementos pirotécnicos para así no aumentar la cantidad de niños quemados durante fin de año.
La campaña organizada por Coaniquem y el Ministerio de Salud cuenta con 432 puntos de vigilancia en los servicios de urgencia pediátricos del país y se extiende hasta el 6 de enero de 2003.
En las tres últimas campañas, la Región Metropolitana presentó un descenso de 35 casos en 1999-2000 a 5 en 2000-2001 y ninguno en 2001-2002.
La V Región en igual período bajóde 19 en 1999-2000 a uno en las dos campañas siguientes.
En tanto, la Región del Bio-Bío, en el mismo lapso de tiempo, bajo progresivamente de dos, uno y cero.
Los casos inesperados los aportaron las Regiones Del Maule y de Los Lagos, las que hacía más de dos años no registraban menores quemados por fuegos artificiales y en el último año registraron un caso cada una.