SANTIAGO.- El menor de cinco años Enrique Rossel fue sometido esta madrugada a un nuevo trasplante de hígado, que tendría una mejor compatibilidad que el órgano que había recibido el sábado 24 de abril pasado de un donante incompatible.
El médico tratante, Mario Uribe, explicó que decidieron someterlo a un nuevo transplante, a las cinco de esta madrugada, porque "el hígado ya no se estaba comportando tan bien como los primeros días y apareció un donante que nosotros consideramos ideal, de 15 años, con un hígado compatible".
Si bien, el doctor Uribe aseguró que el menor nunca estuvo en peligro de muerte después del primer trasplante, "no quisimos arriesgarnos a la posibilidad de encontrarnos después con un hígado que estuviera siendo rechazado y sin la posibilidad de tener donante".
El profesional dijo que el actual estado del menor es crítico, pero que espera que su evolución final sea buena. "Aún está en una situación grave porque todos los trasplantes tienen una evolución que en las primeras horas puede ser incierta. Además, él ha estado sometido a un gran estrés quirúrgico por el trasplante anterior, más una cirugía que tuvimos que hacer en los días posteriores".
Respecto al pronóstico para los próximos días, Uribe dijo que "Enrique está todavía en la Unidad de Cuidados Intensivos y esperamos que esté ahí durante una semana, que son los plazos habituales para este tipo de cirugía. Nuestros pacientes post-trasplante, en general, se van de alta a las tres semanas. Esperamos que ésta no sea la excepción".
El día 28 de abril Enrique Rossel fue desconectado del respirador artificial, dando claros signos de recuperación luego de ser transplantado con un hígado incompatible.
En el caso de Enrique, quien padece una hepatitis fulminante, se optó por el órgano incompatible puesto que se puede lograr que el hígado cumpla con su función en casos de emergencia.
