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Ex ministro Jarpa: Todo el mundo intuía lo que pasaba

El ex titular de Interior del régimen militar aclara dudas acerca del nivel de conocimiento que existía respecto a las violaciones a los derechos humanos.

02 de Marzo de 2005 | 15:11 | M. Teresa Anguita, El Mercurio en Internet

El ex ministro del Interior.
SANTIAGO.- Al ex ministro del Interior Sergio Onofre Jarpa no le sorprenden los procesamientos de ex funcionarios civiles del régimen militar. Y no sólo no le sorprende sino que lo esperaba, ya que, según dice, algún día la extrema izquierda les iba a pasar la cuenta por la pelea que dieron contra "la penetración marxista en Chile".

Por eso, no duda en acusar a los comunistas de encabezar una "persecución" en contra de los ex ministros César Raúl Benavides y Enrique Montero Marx, quienes fueron procesados como cómplices de secuestros calificados en los casos Cóndor y Colombo que investiga el ministro Juan Guzmán.

Ante este escenario judicial, Jarpa está tranquilo ya que, asegura, tiene todas sus "cuentas en orden".

En medio del debate que se generó en torno a si los personeros del gobierno militar sabían de las violaciones a los derechos humanos, el ex senador asegura que a la cartera que presidió no llegaban ese tipo de antecedentes, aunque admite que "todo el mundo intuía" lo que pasaba en la época.

-¿Qué opina del procesamiento de los ex ministros de Pinochet César Raúl Benavides y Enrique Montero Marx?

Creo que es simplemente una persecución política y abrir un nuevo frente en un año en que va a haber elecciones y que hay que tener a la gente distraída para que no se comente demasiado el fracaso del Gobierno en aspectos tan importantes como en mantener orden y probidad en el Ministerio de Obras Públicas y en otros sectores del Estado.

-¿Cree que el Gobierno está detrás de esa persecución?

No. En primera instancia, detrás de esta vuelta están los abogados comunistas, pero el Gobierno deja hacer porque miran unos pocos votos que tiene la extrema izquierda sobre las próximas elecciones. En lo personal, no hay nada que me pueda sorprender.

-¿Usted esperaba esto?

Siempre lo he esperado porque fui, durante el desarrollo de una larga vida política, un empecinado defensor de las labores de la nacionalidad y de la soberanía de Chile y, tal vez, uno de los que más se preocupó de la penetración marxista en Chile.

Fui presidente del Partido Nacional entre el año 67 y el 73 y durante todo ese período el partido encabezó la resistencia, incluso denunciamos la lucha armada.

Entonces, cualquiera de estas posiciones políticas traía siempre un ataque cada vez más enconado del Partido Comunista y de sus secuaces, de manera que nunca he tenido dudas de que, cuando pueda, el Partido Comunista va a tratar de cobrarme la cuenta.

-Pero esperaba que los ex ministros de Pinochet llegaran a ser procesados?

Si aquí pueden inventar cualquier cosa, incluso las más descabelladas, y si los tribunales de justicia y el Poder Ejecutivo lo acepta, lo van a hacer.

-¿Cree que va a comenzar una especie de caza de brujas contra los civiles?

Creo que aquí puede que haya algunos sectores que tienen techo de vidrio en este momento.

-¿Cómo cuáles?

Como el Ministerio de Obras Públicas

-En ese sentido, ¿usted comparte las declaraciones de Joaquín Lavín?

Mire, le encuentro toda la razón a Joaquín Lavín, porque esta teoría de que los ministros tienen que haber sabido y por lo tanto son cómplices, eso da para todo. Han ocurrido cosas tremendas, en la Corfo (caso Inverlink) por ejemplo, entonces el ministro correspondiente tendría que ser juzgado.

-Entonces, ¿cree que el Presidente Ricardo Lagos sabía de la corrupción por el caso GATE cuando era ministro de Obras Públicas?

Bueno, aplicando la norma que están usando ahora, es difícil que un ministro no sepa lo que pasa en su ministerio. Pero no comparto esa opinión cuando ese ministerio no tiene el manejo de una situación. Digo esto por lo que ocurría en el Ministerio del Interior durante el gobierno militar. Entonces, yo no estoy generalizando. Digo sencillamente que lo que están aplicando los tribunales se prestaría incluso para complicar al Presidente de la República.


El ex ministro Jarpa junto al general (r) Augusto Pinochet.
-¿Le inquieta personalmente el procesamiento de los ex ministros por haber sido titular de Interior?

Personalmente no me inquieta porque yo tengo mis cuentas en orden. Sé todo lo que se hizo en un período tan difícil, exactamente las instrucciones que se impartieron y las responsabilidades que se asumieron en el Ministerio del Interior.

Naturalmente que esto se presta para una escandalosa denuncia y una persecución a gente que colaboró tanto en la reconstrucción de Chile como Sergio Fernández.

-¿Cree que tiene fundamento la solicitud de desafuero contra el senador UDI Sergio Fernández?

Creo que no tiene ningún fundamento la forma en que lo han presentado. Interrogar a alguien, preguntarle qué supo de esto, de lo otro, me parece normal, pero inmediatamente tratar de hacerlo parecer como responsable o cómplice como pretenden ahora de situaciones determinadas, que fueron parte de la violencia desatada que vivió Chile…

Lo que se oculta es la circunstancia que se vivió en aquellos años, es el peligro inminente en que estuvimos de ser derrotados por la presión internacional del comunismo soviético.

-¿Está de acuerdo con Sergio Fernández respecto a que la información que manejaba Interior era la misma que publicaba la prensa, dejando entrever que se ocultaban antecedentes sobre las violaciones a los DD.HH.?

No creo que había una voluntad o una orgánica que significaba ocultarle la información a su ministro del Interior. Pero sí digo, porque eso lo viví, que en el Ministerio del Interior no se manejaban estas cosas porque ya pertenecían al frente de combate que estaba centralizado en el Ministerio de Defensa.

Todos los días estaban produciéndose enfrentamientos, detenciones, se producían baleos de Carabineros. Se detenía gente que estaba en el tráfico de armas desde el exterior.

Me llegaba todos los meses una lista de los atentados con explosivos que se habían producido (…) Una lista sin nombres, sin nada. ¿Y por qué me llegaba esa lista? Porque había mucha gente que estaba en contra de lo yo propiciaba, que era el regreso de los exiliados. Entonces cuando empezaron a llegar los exiliados, lamentablemente coincidió con que aumentara el número de atentados. Entonces me llegaba la lista para demostrarme el error que yo había cometido.
Pero yo estaba empeñado en avanzar hacia la normalización del país.

-Pero así como le llegaban listas de los atentados, ¿no le llegaban listas de los detenidos desaparecidos?

Jamás. ¡Cómo me iban a llegar listas de desaparecidos si la gente había desaparecido! Ninguna policía que esté en estas tareas antiterroristas le va a estar dando información a nadie.

-Pero, igual intuían lo que pasaba.

No, claro, todo el mundo. ¿Usted cree que los miembros del Poder Judicial no lo intuían? A ellos les llegaban las presentaciones y era vox populi los enfrentamientos y la gente sufría las consecuencias de este estado de cosas. Entonces, ¡cómo no se iban a dar cuenta que era una situación irregular!

-Por eso mismo, hay sectores que reclaman un mea culpa de las autoridades civiles de la época por no haber hecho más para evitar que ocurrieran las violaciones a los DD.HH.

Creo que todos hicimos lo posible porque se pacificara el país, así que ¡¿qué responsabilidad asumían?! Porque aquí hay una cuestión que no se dice. Aquí cuando una persona fallecida, y yo lo lamento mucho porque no me gusta que se mueran los chilenos en estos enfrentamientos, entonces no se dice que era un combatiente de los grupos armados socialistas, comunistas, el MIR (...) sino que una víctima del gobierno militar. Pero, ¡por favor! los otros también eran combatientes.

-Entonces, ¿usted avala la tortura porque se trataba de combatientes?

Yo no avalo ninguna tortura y por favor no ponga eso en mis labios. Jamás. Creo que las torturas no sirven y creo que nosotros cometimos el error de no separar absolutamente los métodos que se estaban aplicando en Chile de los métodos comunistas, porque la tortura y todo este tipo de atropellos a la dignidad de las personas son originadas en gente que no tiene una formación cristiana, en las dictaduras comunistas.

-Pero los militares aquí sí tenían formación cristiana.

Sí, por eso yo le digo que siempre fui partidario de no usar métodos que chocaran a una formación cristiana como yo tengo. Yo nunca, ni entonces ni ahora, jamás voy a ser partidario de las torturas ni de estos métodos que a mi juicio son propios de los sectores que no tienen formación cristiana.

-Entonces, ¿los civiles como usted que participaron del Gobierno y que tenían una formación cristiana hicieron vista gorda a los atropellos?.

Ninguna vista gorda. Primero, no estábamos nosotros empujando este sistema ni tampoco estábamos en la posibilidad de evitar los enfrentamientos. Pero, ¿qué es lo que pasa con los métodos inhumanos, por llamarlos así? Si los usa el otro lado y le resultan adecuados al adversario uno los tiene que usar también. Pero, a mí no me convence ese sistema, pero es un sistema generalizado en las Fuerzas Armadas del mundo entero de ahora y de antes. A mí no me cabe en la conciencia, pero lamentablemente se produce.

Y cuando una persona muere en el desquite nadie le va a informar a la autoridad. Así que es muy difícil. Para mí el mayor culpable es el que proclama la lucha armada para la toma del poder y embarca en ese propósito a mucha gente que a lo mejor no quería salir a matar gente. Pero en la proclama revolucionaria de liquidar a los burgueses, a las FF.AA. y al capitalismo, aparecía como muy legítimo exterminar al mayor número de gente que perteneciera a estos grupos. Entonces se creó una conciencia absolutamente distante no sólo de las normas jurídicas sino que de los principios cristianos.

Pero debo reconocer que los asesinatos de Carabineros y las actividades terroristas no las iniciaron nunca las Fuerzas Armadas.

- ¿Qué opina sobre el discurso del presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky, quien recordó el caso del desaparecido Carlos Contreras Maluje, cuando la Corte de Apelaciones acogió un amparo en su favor y luego llegó un oficio del Ministerio del Interior señalando que Contreras nunca había sido detenido?

Bueno, ése es un caso que habría que investigar. Quién acogió y redactó el mensaje, porque aquí no hay que disparar a la bandada.

-El oficio fue enviado por el general (j) Enrique Montero Marx, quien subrogaba al ministro del Interior de ese entonces.

Puede ser, yo no digo que no haya habido errores, intenciones de ocultar determinado hecho, puede ser, pero Montero no creo que haya tenido esa intención porque yo lo conozco bien y es un gallo serio.

Ahora, durante el período en que yo fui ministro del Interior, no tuvimos ningún problema con la Corte Suprema ni con nadie. Lo primero que hice al asumir el ministerio fue ir a entrevistarme con la Corte Suprema y a decirle que estábamos a su disposición para todo lo que se pudiera ofrecer para la buena marcha de las funciones de la jurisprudencia y nunca recibí un reclamo.
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