SANTIAGO.- Aunque aún no se confirma que la muerte de un pequeño de tres meses, identificado con las iniciales D.C.V, se haya debido al virus sincicial, la preocupación frente a la gravedad de esta temida infección y a cómo se comportará durante estos meses de invierno en nuestro país va tomando cada vez más fuerza.
Una inquietud comprensible si se revisan las cifras entregadas por el sitio web del Ministerio de Salud (Minsal), que señalan que del total de las atenciones de esta semana a niños menores de un año en los hospitales de Santiago, un 80 por ciento corresponde a consultas por problemas respiratorios.
Según la doctora Pilar Fernández, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, "el virus sincicial tardó unas semanas en llegar, pero ya está acá. La gran mayoría de nuestras atenciones de hoy son por problemas respiratorios", asegura la pediatra.
Prematuros y menores de un año: foco de peligro
"Todos podemos padecer de virus sincicial. Pero en los niños mayores de un año y en los adultos puede pasar como un simple resfrío, en cambio en los más pequeños y en los prematuros el cuadro es más grave", afirma el doctor Carlos Pérez, presidente de la Sociedad de Infectología de Chile.
Pérez explica que el virus sincicial es una infección respiratoria que afecta con mayor gravedad a prematuros y lactantes porque "en ellos la vía respiratoria es más delgada y colapsa con mayor facilidad, por lo que es más fácil que se cierre, se llene de secreciones y se produzcan obstrucciones más severas a diferencia de los niños mayores que tienen una vía aérea más firme y más grande, de mayor calibre".
Opinión con la que coincide la doctora Fernández, quien agrega que el virus "también puede afectar a niños mayores o adultos, sin embargo en estos últimos el cuadro es mucho más leve y puede pasar como un resfrío común. Todos estamos expuestos a la infección, pero con los pequeños es con quienes hay que tener más cuidado".
¿Cuándo saber si un niño tiene virus sincicial?
Pese a que la infección comienza como un resfrío, los síntomas que deben alertar a los padres según los expertos son
la fiebre constante, dificultad para respirar, gran esfuerzo respiratorio, costillas retraídas, gran congestión nasal, respiración rápida, sonido en el pecho. "Todos estos son motivos inmediatos de consulta, sobre todo en niños menores, estos síntomas deben motivar una consulta inmediata", explica el infectólogo Carlos Pérez.
La importancia de una consulta médica a tiempo radica, ni más ni menos, en que en los casos más severos, que habitualmente se dan en lactantes, el virus afecta al árbol bronquial, "lo que puede producir obstrucción bronquial e incluso comprometer el pulmón y producir neumonía o incluso muerte", afirma Pérez.
Precauciones en el hogar
"Este virus no se trata con antibióticos, por lo que los cuidados y las precauciones en el hogar se vuelven fundamentales", asegura la doctora Fernández.
En este sentido, los expertos aseguran que es casi inevitable que los niños pequeños tengan contacto con el virus en la medida en la que estén con otros niños, sin embargo existen algunas medidas que es posible tomar para evitar un contagio.
"Cuando hay algún niño con cuadro infeccioso este tipo, las personas que estén en contacto con él deben lavarse las manos, ésta es una de las medidas más eficientes para disminuir la transmisión del virus, así es menos probable que se contagie a otros menores. Además, si un niño está con un cuadro así, no debería ser enviado a la sala cuna o al jardín infantil para evitar que contagie a los otros. Eso no siempre es posible, pero esa es la recomendación", explica el doctor Pérez.
Por otro lado, el infectólogo señala que se vuelve imprescindible
"evitar la contaminación aérea intradomiciliaria, que pueda agravar cuadros que podrían ser menores", lo que se traduce en
que la gente no fume dentro de las casas y evite el uso calefactores que puedan emitir gases tóxicos (como las estufas a parafina). "La consulta precoz disminuye los riesgos de complicaciones o muerte en los menores", explica Pérez.
Según la pediatra Pilar Fernández, es necesario que las madres de los niños prematuros y menores de un año tomen estas precauciones, sobre todo la consulta en caso de notar los síntomas del virus sincicial, ya que aunque los antibióticos no ayudan en el tratamiento de la infección, cuando los niños son atacados por una infección severa la hospitalización podría hacerse necesaria para brindarles oxígeno suplementario, kinesiterapia e incluso respiración artificial.
La experta concluye en que el brote de la infección se mantendría hasta septiembre, por lo que es necesario que los padres extremen los cuidados hasta los inicios de la primavera.