El Porvenir I encallado. |
Testimonio de Francisco Ubilla
Testimonios de Luis Aguirre y Alfonso Poulin
VALDIVIA.- Largas horas de "susto y adrenalina" es la frase con que Francisco Ubilla, uno de los sobrevivientes del navío Porvenir I, describe la zozobra vivida por la motonave en las aguas de la Décima Región durante el temporal de viento y lluvia, con vientos de más de 120 kilómetros por hora, que afectó a la zona de Punta Galera el pasado 3 de agosto.
Luis Aguirre, de 46 años, es otro de los tripulantes que sobrevivió a la tragedia y en su relato cuenta que luego de que la tripulación se percató del mal tiempo decidió guarecerse hasta que las condiciones climáticas mejoraron. "Estábamos fondeados a la salida de Puerto Montt y el tiempo mejoró y nos tiramos".
Luego de que el Porvenir I se lanzó a la aventura, Aguirre comenta cómo empezó la tragedia. "Durante la madrugada aumentó cada vez más el viento, el oleaje, teníamos olas de 16 metros y de repente los container, como vienen como vienen atrincados se fueron a la banda de estribor y ahí quedamos, sin máquina, sin nada".
En su relato, Francisco Ubilla cuenta que "todo empezó como a las seis y media de la mañana. Vivimos el susto y la adrenalina toda la noche. Ahí estaba todo puesto a la suerte, no había control de nada. Estábamos a la buena de Dios no más".
Cuando la tripulación del Porvenir I se percató de la gravedad de la situación, dieron aviso a la Gobernación Marítima de Valdivia que dispuso de inmediato el rescate. Sin embargo, los helicópteros dispuestos para el procedimiento no pudieron hacer su labor debido a los fuertes vientos que azotaban a la zona.
"Los helicópteros que llegaron a rescatarnos tampoco podían sacarnos por la fuerza del viento, trataron de hacer todo lo posible, de cooperar harto, pero no podían porque el viento era tan fuerte que no había cómo", cuenta Alfonso Poulin, otro sobreviviente de la zozobra del Porvenir.
"Angustia total"
Luis Aguirre, que viajó desde Valparaíso a trabajar en la empresa Naviera Porvenir, sólo podía pensar en sus seres queridos. "La sensación era una angustia total, uno piensa en la familia, piensa en todo. Es primera vez que me pasa algo así", relata luego de ser rescatado.
Una sensación que es compartida por Alfonso Poulin, quien asegura que "para mí esto fue una experiencia horrible. Con las olas no podíamos sostenernos porque el buque ya estaba inclinado en 50 grados. Y nos movíamos y nos tiraba para un lado y nos caíamos, no podíamos afirmarnos, no teníamos en qué afirmarnos".
Finalmente el temporal amainó y algunos barcos pesqueros pudieron ayudar en las labores de rescate. Algunos tripulantes, como Francisco Ubilla, llegaron a nado a la orilla, dando "gracias a Dios de haber salido vivo".