ANTOFAGASTA.- El abogado del Consejo de Defensa del Estado (CDE), Carlos Bonilla, confirmó a radio Digital FM, que por fin tras cinco meses de espera luego del desastre ambiental provocado en la Bahía de Antofagasta por el barco Eider de bandera de Hong Kong, 13 mil 295 millones de pesos ya se encuentran disponibles para el pago de indemnizaciones a todos los afectados por el desastre ambiental en esta ciudad.
De acuerdo con este criterio, tanto los pescadores, vecinos, como el propio Consejo de Defensa del Estado y también la Armada de Chile, podrán solicitar que parte de este dinero sirva para resarcir el daño y los gastos en que incurrió el Fisco de Chile y esta institución durante las medidas de mitigación.
Por este motivo, según Bonilla se espera que la próxima semana se publique en el Diario Oficial y un medio escrito de circulación local en la Segunda Región, el listado de beneficiarios por indemnización.
Sin embargo, según el abogado del CDE, Carlos Bonilla, el síndico integrado por representantes de la propia empresa Pretty Bright Shipping, dueña de la nave Eider con asiento en Valparaíso, podrá impugnar a los beneficiarios y los montos correspondientes a cada indemnización, lo que podría transformar esta situación en fuerte tiro y afloje de dinero.
Recordemos que esta millonaria cifra corresponde a la boleta de garantía dejada en la Corte de Apelaciones de Antofagasta, por los representantes de la aseguradora suiza de la nave que contaminó la costa de Antofagasta, la cual abandonó el territorio nacional el pasado 2 de diciembre.
El grave daño ambiental a la costa de Antofagasta se evidenció el 31 de octubre del año pasado, tras la presencia de una enorme mancha de petróleo de 7 kilómetros de extensión en la costa de Antofagasta, luego que la nave Eider encallara en unas rocas ubicados frente al sector de los estanques de combustibles de esta ciudad, lo que obligó a la Armada a utilizar dispersantes y productos para contener la contaminación que finalmente se diluyó.
Según el doctor en biología de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra, esta situación afectó a la flora y fauna marina, poniendo en riesgo la salud de la población, aspecto que mantiene incluso hasta hoy la prohibición de mariscar en la Bahía de Antofagasta.