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Niños de Isla Huar ya no se sienten aislados

Las escuelas se conectan vía satélite a internet. Superaron en el Simce a los colegios municipalizados de Providencia.

21 de Mayo de 2006 | 08:47 | Alexis Ibarra, Desde Isla Huar

La electricidad es el problema
Desde hace ocho años que los isleños escuchan promesas de que la luz llegará a la isla. La última la hizo el intendente anterior, Jorge Vives, en noviembre de 2004.

Tener electricidad cuesta caro. La municipalidad de Calbuco envía a las escuelas, al mes, 30 litros de gasolina. Los profesores necesitan petróleo para sus generadores. Canjean la gasolina a barcos que atracan; así consiguen unos 40 litros. A veces no llegan a fin de mes. El actual intendente, Jaime Bertín, dice que "Los recursos están y a fin de año se llamará a licitación internacional". La solución proyectada pasa por un cable submarino de unos 5 kilómetros de largo y que tiene un costo de $1.500 millones.
PUERTO MONTT.- La Isla Huar es pobre. Pero de esa pobreza que no se nota: si faltan provisiones está la pesca o se puede mariscar en marea baja. Siempre habrá papa, chicha de manzana o algún ave de corral.

No hay electricidad y sólo el 30% de la gente tiene agua potable. Los más "poderosos" cuentan con generadores. Un litro de petróleo significa en la isla una hora y media de luz.

La plata importa poco. La mayoría de las familias vive con mucho menos de $100 mil mensuales. Los pocos con renta fija trabajan en las salmoneras; o los ancianos y su pensión de $45 mil.

Pero Huar no da lástima. Con niños sanos, que se alimentan bien en la escuela, y que despliegan un respeto ceremonial ante sus profesores y, gracias a Dios, ven poca tele.

Las estufas a leña los calientan cuando llegan mojados a clases y, desde el año pasado, una antena grande y blanca afuera de cada una de sus cinco escuelas se conecta con satélites para llevarles internet. Un privilegio que aun escuelas de grandes urbes no tienen y que llegó en agosto de 2005.

¿Cómo ha repercutido esta nueva ventana al mundo en este pedazo de tierra, hasta el momento aislado?

Google abre puertas

Un camino endemoniado conduce a la escuela Chucahue. Es la "chochería" de la isla: sus niños sacaron el mejor puntaje de toda la comuna de Calbuco en la última prueba Simce. Superaron a más de 40 establecimientos. (297 en Lenguaje y en Comprensión del medio, 288 en Matemáticas). Mejor que el promedio de los colegios municipales de Providencia.

Como a todas las escuelas de la isla, Entel donó un computador, una impresora y la conexión satelital. Lo más caro era el generador eléctrico que debía garantizar estabilidad. Si no, los computadores mueren.

Además, en Puerto Montt, la profesora experta en informática Pamela Haefner enseñó el ABC de internet a los profesores y a dos alumnos por escuela. Word, Excel, y Clic.

"Nosotros estábamos bajo la media nacional en el Simce y los profesores asumimos el compromiso de superarla", cuenta el profesor José Roberto Montiel (45), a cargo de Chucahue. El plan: cada maestro estaba a cargo de un curso (acá se mezclan el primero con el segundo, el tercero con el cuarto), y se especializó en un área temática. Juan Carlos Huenchucheo (32), en matemáticas; Nelda Díaz (56), en tecnología y sociedad; Norma Ester Campos (41), en lenguaje e inglés.

Desde el sitio Educarchile.cl bajaron material para preparar el Simce con sus alumnos. Y con la red preparaban sus clases.

Antes, Nelda Diaz se complicaba para encontrar material para su asignatura de tecnología y sociedad. "Debía enseñarle cómo funcionaban las cosas, en un ramo relativamente nuevo que reemplaza al técnico manual". Ahora ella y los niños abren Google y saben que apretando el botón mágico con la palabra adecuada les llevará a lo que quieren. Cómo funciona una bicicleta, el mecanismo de un reloj o las piezas de un computador.

La tónica se repite en la isla. Para el Mes del Mar los diarios murales de los colegios muestran impresos sacados de la red, los trabajos de los niños hechos en Word tapizan las paredes. Ahora los libros que regalan en los colegios municipalizados vienen con enlaces para profundizar en el tema. "Los niños comienzan a pedir que nos metamos a internet", dice la profesora Ruth Díaz, de la escuela La Poza.

Fabián Gutiérrez Navarro es el niño más locuaz de la escuela. Sabe usar el Conejo Lector, el Abrapalabra y también Clic, un software en que los profesores pueden crear su propio material educativo. Antes de la internet se las arreglaban bien con el CD "Recursos Educativos", de Enlaces, una especie de "internet envasada". Servía, pero era como el mar antes de Colón: tenía un límite. Ahora los niños pueden navegar y dar la vuelta al mundo.

Todos saben el Word, algunos el Excel, otros pocos el PowerPoint. Pero es unánime: todos navegan, haciendo honor a su condición de isleños.

¿Qué sitios usan?

Su puerta de partida siempre es Google y de ahí saltan de un lado a otro. También usan Educarchile, a otros les seduce el Icarito.

"Juegos10.com", grita uno desde atrás y sus compañeros se ríen. Serán buenas personas, pero no tontos, así es que también se las arreglan para meterse a páginas de videojuegos o a chatear. "En todo caso", advierte el profesor José Montiel, "siempre reviso el historial y nunca he encontrado nada raro".

Ruth Díaz, la profesora de La Poza, también se preparó para el Simce y bajó material. "Aunque la prueba evalúa lo que han aprendido año tras año, con los ensayos logré que tuvieran la habilidad de responder más rápido", señala.

A horas a pie, en el sector de Quetrolauquén, las paredes de la escuela muestran las poesías hechas en Word para el día de la madre. Es el colegio más grande de la isla y el único con prekinder y kinder.

Por ser la más grande y tener hasta octavo los niños de acá llegan de lugares más distantes. Algunos se demoran más de una hora a pie en cada jornada. Aun así, casi siempre la asistencia es de un 100%, igual que en el resto de la isla.

En Quetrolauquén serán los primeros en incorporar a los padres en el mundo de la computación: quedaron seleccionados para el programa "Red Enlaces, abierta a la comunidad", que abre las aulas para que la comunidad se infoalfabetice.

El profesor Eduardo Alarcón, el más avezado en computación dice que planean hacer cuatro cursos de 16 alumnos cada uno. "Sólo nos falta la ayuda de una empresa para financiar uno de ellos, como plantean las bases de Enlaces", dice.

Hasta ahora la única comunicación de los padres con la computación era a través de los niños. En todas las escuelas los niños dan la misma razón: "nos piden que veamos cómo va a estar el tiempo y que veamos las noticias de El Llanquihue". Para ver las condiciones climáticas usan la excelente página www.tiempodelsur.cl

Los niños de Quetrolauquén acaban de conocer las vidas de Jacques Cousteau, Charles Darwin y Hernando de Magallanes, héroes de la navegación, bajaron sus biografías de la red.

Los profesores de la isla procesan en el PC el el trabajo administrativo. Y la maestra Laura Velásquez postuló a un concurso de recursos educativos de Condorito por la red y a los meses le llegó un paquete con el material. También se entera de los cursos de perfeccionamiento y ahora postula a un concurso de diccionarios apoyado por Carozzi, para perfeccionar su inglés.

Buena materia prima

Casi no hay delincuencia. "No están contaminados", dice el profesor Ramón Marín, que ha vivido casi toda su vida en la isla, pero también conoce lo que es vivir en una ciudad grande.

Él hace clases en la escuela de Alfaro (la gente la pronuncia como Álfaro), la más "céntrica", frente del embarcadero.

Ramón o "Cocho", como lo conocen, dice que automáticamente los niños se meten a Google para buscar. "Aunque todavía les falta algo de lógica. Si les piden buscar las reglas del básquetbol, van a buscar por "reglas del básquetbol", si no encuentran nada que les sirve llegan frustrados. Todavía no se les ocurre recurrir a sinónimos para llegar a los resultados", dice.

Cocho cree que la internet es una herramienta motivadora, pero que en los buenos resultados también influye el conocimiento que los profesores tienen de sus pupilos. "Les hemos hecho clases a sus padres, conocemos a sus tíos, hermanos y abuelos. Si a veces llegan tristes sabemos los motivos que tiene para estar así".

Coincide el profesor Hipólito Barrientos, conocido como "Polo". "Sabemos hasta lo que suspiran estos chicos", dice. Es el único profesor de la escuela Nalcahue que tiene 16 niños de primero a sexto. Es la más pobre y aislada de la isla. A ellos ni siquiera les llegaron las carpetas para dar el Simce. Son más tímidos.

Baja la cantidad de alumnos. En sus mejores tiempos, "Polo" tuvo 36, ahora menos de la mitad. "Las familias, antes, eran de 10 personas ahora son de cuatro. Y los niños salen a terminar la enseñanza media y después no vuelven".

El año pasado, el 100% de sus alumnos siguió la educación media. Hace unos 10 años eran los menos.

Preguntamos a los niños "¿qué quieres ser cuando grande?" Ya no dicen pescador, agricultor. Dicen carabinero, profesor, marino, enfermera o doctor. Nuevas perspectivas.

Los padres saben del valor de la educación. "Los profesores de la isla hemos hecho cruzada por eso", dice Polo. Es mejor para los niños, pero para la isla puede significar que sólo se queden pocos, que se convierta en una isla de viejos.
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