Con el mismo tono que usó para motivar a los miembros del oficialismo, la Mandataria criticó la actitud que ha mostrado la oposición al no reconocer los progresos.
Héctor Flores, El MercurioSANTIAGO.- Con un enérgico discurso en el que recalcó que "aquí hay un norte claro" sin "espacio para el escepticismo" y donde llamó a la Concertación a no dejarse estar pese a los avances logrados, la Presidenta Michelle Bachelet inauguró el cónclave de la coalición que se realizará durante todo este fin de semana.
"Lo que no puede pasarnos como fuerza política es que nos apoltronemos, que perdamos dinamismo o incluso algo peor también, que perdamos la sensibilidad que nos ha hecho ser lo que somos", instó la Mandataria.
En esa línea, subrayó también que "el sentido de autocrítica y el espíritu de sobriedad republicana no deben debilitarse", ya que de eso depende que "el movimiento progresista" que encarna el oficialismo "cumpla sus obligaciones con la nación".
Bachelet aseguró que su gobierno está viviendo un "período fructífero" gracias a los acuerdos alcanzados y que han permitido sacar adelante la reforma educacional y previsional, pero enfatizó que no se puede "hacer el quite a los riesgos".
"La Concertación tiene motivos para sentirse satisfecha por la obra realizada, pero a lo que no tiene derecho es a dormirse en los laureles ni a perder el sentido de autoexigencia, porque mientras mayores son las tareas, mayores son las responsabilidades", remarcó.
En ese sentido, insistió en que la tarea de los miembros del oficialismo es salir a terreno y "promover el diálogo" para mostrar "con orgullo la obra realizada".
"El movimiento progresista necesita demostrar cada día que merece la confianza de los ciudadanos y me duele cuando esa confianza es defraudada; me molesta cuando percibo que en ciertas áreas no hacemos todo lo que está a nuestro alcance y por cierto me indigna cuando a algunos se les olvidan los principios de probidad", afirmó enérgica, justo cuando la justicia investiga las irregularidades cometidas en Ferrocarriles.
Al respecto, advirtió que "si la política no va de la mano de la ética, no sirve para crear una sociedad mejor".
Crítica a la oposición
Pese a que la Presidenta se mostró a favor de seguir adelante con la política de los acuerdos, también tuvo palabras para criticar la actitud asumida por la oposición.
"He visto con satisfacción que mi convocatoria a hacer pactos sociales se hace realidad en políticas públicas (...), pero con esa misma claridad quiero decirles que no le hace bien a Chile la tendencia a criticarlo todo y a no reconocer nada", dijo Bachelet.
"Se enojan cuando mostramos toda nuestra obra, dicen que nos preocupamos de temas que no le importan a la gente y temen a nuestra tradición de estar en terreno, de trabajar por la gente y de construir país junto a las personas. Al respecto yo quiero decir: no hay nada que temer", agregó la Jefa de Estado.
Bachelet fue categórica a la hora de sentenciar que "definitivamente no da lo mismo quienes gobiernan; no da lo mismo porque cómo entendemos el Estado, cómo entendemos la relación de nuestros ciudadanos, cómo entendemos la idea de justicia, de progreso, no da lo mismo".
Tras recordar que en octubre de este año los chilenos acudirán a las urnas para elegir alcaldes y concejales, Bachelet admitió que en este proceso también evaluarán la gestión de su gobierno.
"Por mi parte estoy plenamente dispuesta a ser evaluada como Presidenta, a que sea juzgada la obra de mi gobierno. Yo soy la Presidenta de todas y todos los chilenos y mi tarea es gobernar sin perder esto nunca de vista", aseguró.
Minutos antes de esta aseveración, la gobernante había reconocido que en su gestión se han cometido errores como el Transantiago, pero dijo que se enfrentó y hoy se está saliendo adelante.