SANTIAGO.- Con la presencia de un gran contingente policial y de dos de los cuatro sujetos detenidos por el homicidio de los carabineros Job Burgos y Carlos Cuevas, se desarrolló por cerca de cuatro horas la reconstitución de escena del crimen ocurrido el martes pasado, cuando los efectivos acudieron a repeler un asalto al frigorífico de la empresa de helados Trendy, en Quilicura.
El trámite se inició a las 18.30 horas en la intersección de las calles Villarrica y Cordillera de la mencionada comuna, donde murieron baleados los uniformados. Allí los funcionarios del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) cercaron el perímetro y procedieron a instalar la patrulla en que los fallecidos acudieron a repeler el asalto.
Media hora más tarde arribó al lugar el fiscal militar que investiga el doble homicidio, Pedro Rossell, junto al jefe subrogante del OS-9 de Carabineros, Jorge Rojas.
Cerca de las 20.00 horas, el fiscal se trasladó hacia la entrada del frigorífico -ubicado aproximadamente a un kilómetro del sitio del crimen- para realizar las pericias de rigor y reconstituir los movimientos de los delincuentes durante el asalto.
Cinco minutos después, a la escena se sumó Carlos Muñoz Pavez, miembro de la banda de asaltantes que cometió el atraco a la empresa y acabó con la vida de los dos carabineros.
Muñoz Pavez fue trasladado por un carro de Gendarmería desde la 49° Comisaría, en la que se encontraba tras ser derivado esta tarde desde la Cárcel de Alta Seguridad (CAS).
Momentos después, también a bordo de un vehículo de Gendarmería, llegó al lugar José Muñoz Vílchez, otro de los antisociales detenidos por este caso.
El fiscal militar explicó que de los cuatro detenidos hasta el momento sólo estos dos sujetos participaron en la reconstitución de escena, ya que "ellos estarían mintiendo en sus declaraciones, me merecen cierta desconfianza sus declaraciones".
Rossell añadió que todavía no tiene claro si fueron ellos los autores de los disparos que terminaron con la vida de los cabos Burgos y Cuevas.
Tanto Muñoz Pavez como Muñoz Vílchez y los otros dos detenidos, Alejandro Salas Munita y Erwin Rodríguez Ferreira, sostienen que sus dos cómplices aún prófugos -Felipe Mendoza Rojas y Ramón Córdova Olave- serían los verdaderos homicidas de los uniformados.
Luego que Muñoz Vílchez reviviera sus movimientos durante el atraco a la empresa Trendy, los investigadores y los delincuentes se trasladaron nuevamente hacia las calles Villarrica y Cordillera, para establecer cómo se produjo la muerte de los carabineros.
En ese lugar, el fiscal Rossell sostuvo que los otros detenidos -Alejandro Salas Munita y Erwin Rodríguez Ferreira- habrían sido los encargados de avisar a sus compañeros la presencia de la policía, por lo que no habrían participado en el doble homicidio.
Asimismo, informó que Muñoz Vílchez asegura no haber disparado. "Lo que está más o menos preciso es que él llevaba un arma, ahora, dada su declaración, él dice que no llegó hasta este lugar. Pero quedan ciertas pericias que practicar", aseveró.
Rossell detalló además que en el tiroteo se usaron tres tipos de armas contra los carabineros: una de 9 milímetros, otra de calibre 44 de alto poder y una de calibre 38, que posiblemente corresponda a un revólver quitado a los policías.
Una vez finalizada la diligencia, José Muñoz y Carlos Muñoz fueron llevados de vuelta hacia la Cárcel de Alta Seguridad. El martes, en tanto, se decidirá la situación procesal de ellos y los otros dos delincuentes que han sido capturados por este caso.