SANTIAGO.- Luego de reunirse por más de una hora y media con el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, los representantes de los trabajadores de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) anunciaron la suspensión temporal de la paralización que iniciaron esta mañana, en protesta por el despido que afectaría a más de 300 empleados con motivo de un plan de reducción de costos.
Según el dirigente de los funcionarios, Jaime Rebolledo, en el encuentro con el titular de la Segpres "hemos podido comprobar que al parecer se estarían aplicando en la empresa medidas y acciones que no están todavía sancionadas por la Presidenta de la República".
En virtud de eso y dada la posición del gobierno de no negociar con trabajadores en conflicto, Rebolledo anunció que la agrupación decidió suspender temporalmente la medida de paralización de actividades, "hasta que no seamos recibidos por la Presidenta de la República".
El dirigente dijo que esperan ser recibidos por la Mandataria en un "tiempo razonable" que no debería exceder una semana.
En caso de que la gobernante no los reciba y "si es que mañana las cuestiones fueran en contra de los intereses de los usuarios de Ferrocarriles y de los intereses de sus trabajadores, se repone el movimiento y ahí sí sería de carácter indefinido", advirtió Rebolledo.
Por ahora, la idea de los dirigentes de los funcionarios es retomar sus labores "dentro de las próximas 12 o 18 horas, si es que la empresa así también lo desea".
Molestia por medidas
Según Rebolledo, el ministro Viera-Gallo se mostró "sorprendido" por el anuncio del despido de personal que motivó la paralización. Este hecho causó molestia entre los trabajadores, además de la decisión de la empresa de que existan cinco filiales con sus respectivos directorios.
A juicio del dirigente, "a ojos de buen entendedor cualquiera se daría cuenta de que hacer cinco directorios en una empresa de poco más de mil trabajadores, no es otra cosa que otorgar cuoteos políticos a sectores que por ahí andan buscando peguita".
Asimismo, deslizó sus críticas al presidente de EFE, Jorge Rodríguez Grossi asegurando que "ignoramos absolutamente por qué existe tal grado de audacia en algunas autoridades, de que habiendo un plan que todavía no está aprobado por la Presidenta, se atrevan a poner en práctica medidas que puedan afectar el interés de los usuarios del tren y de los trabajadores ferroviarios".
Al abandonar La Moneda, Rebolledo expresó la confianza de los trabajadores de que el gobierno "adoptará las medidas correctivas y dará las instrucciones para que se supere este amargo momento que nos han hecho vivir".