Así se ven los gases emanados por el volcán desde el aire.
Héctor Yáñez, El MercurioSANTIAGO.- "Yo la verdad es que no espero ver ninguna cosa", dice René Garreaut, del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, bajándole el perfil a la eventual llegada de partículas de cenizas emanadas del volcán Chaitén a la capital chilena que, de acuerdo a los pronósticos, es factible que se produzca esta tarde.
"Es poco probable, pero de producirse sería hoy día tal vez en la tarde", explica el científico, aclarando que de ocurrir la nube sería "casi imperceptible" y se situaría entre los 6 y 10 kilómetros de altura, a diferencia de lo que ocurrió en Buenos Aires, donde se hallaba a 3.500 metros y había mayor concentración de partículas.
"Es extremadamente débil la cantidad de partículas que van a estar cerca de la zona de Santiago, así que no esperaría ningún efecto en la salud, ninguna caída de cenizas y en el caso más extremo un atardecer un poco más rojizo, ése sería el único efecto que uno podría percibir, cuando estuviera oscureciendo", afirma el experto, aclarando que tampoco se espera que dificulte los vuelos.
Explica que a la capital llegaría "el material más liviano del que está erupcionando, por lo tanto si hubiera algo sobre Santiago es muy improbable que caiga a la superficie". "No va a haber una lluvia de cenizas ni se va a acumular nada en la superficie", dice.
En este sentido, indica que "el material que se deposita (en el suelo) y que uno ve dramáticamente en el entorno del volcán es precisamente el más pesado, entonces ése se sedimenta, se cae, máximo a unos cientos de kilómetros del volcán, el resto queda en el aire porque es liviano y le cuesta mucho tiempo sedimentar".
El experto indica que el pronóstico hasta este domingo es que Santiago "no va a tener ningún problema" y que viene un sistema frontal que va a mover la pluma rápidamente hacia el Atlántico. No obstante, en adelante "hipotéticamente todo puede ocurrir" por lo que es necesario seguir monitoreando la evolución de la nube.
En cuanto a la posibilidad de que las cenizas del Chaitén den la vuelta al mundo, como se ha especulado, René Garreaut indica que esto sí puede suceder, "pero entre más largo sea el recorrido de las partículas, son cada vez más livianas, por lo tanto la vuelta al mundo sería también muy imperceptible para los humanos".