SANTIAGO.- Lentitud, obstrucción o parálisis del funcionamiento del aparato digestivo son algunos de los riesgos que enfrenta el ganado bovino y pequeños rumiantes como ovejas y cabras, expuestos a las cenizas del volcán Chaitén, según indicó el veterinario Alejandro Soto, del laboratorio de Drag Pharma.
"Las cenizas ingeridas junto con el pasto y el agua, al ser insolubles, se depositan en el segmento más bajo de los preestómagos, llamado retículo (..) Una acumulación de cenizas puede paralizar el retículo y la actividad de la panza, donde los protozoos y bacterias ayudan a la digestión de la fibra", explicó.
El especialista advirtió que es urgente el retiro de los animales de la zona, porque de lo contrario el riesgo de pérdidas de cabezas de ganado es altísimo.
Según registros del Ministerio de Agricultura previos a la crisis, había 23.000 bovinos en la zona (10.000 en Palena, 7.000 en Futaleufú y 6.000 en Chaitén) y 28.000 ovinos, en proporciones similares en las comunas mencionadas.
Para revertir la situación derivada de la ingesta de ceniza, el especialista recomendó un consumo abundante de agua limpia, en lo posible, para eliminar los residuos. Asimismo, dijo que en estas situaciones se puede aplicar un digestivo ruminal para restablecer el equilibrio bioquímico y PH en el sistema digestivo.
Indicó además que otra de las afecciones a las que está expuesto el ganado son la irritación visual, bronquial y traqueal, lo que facilita el ingreso de bacterias al organismo.