SANTIAGO.- Un informe acerca de los efectos de la erupción del volcán Chaitén sobre los ecosistemas de la Provincia de Palena, elaborado por el Ministerio de Agricultura, concluyó que los suelos afectados por las cenizas del volcán Chaitén podrían ser recuperados, y que el agua y forraje de la zona no sufrieron efectos negativos.
Así lo informaron hoy el Ministro (s) de Agricultura, Reinaldo Ruiz, y el Director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Leopoldo Sánchez, quienes afirmaron que estos resultados son fundamentales al momento de comenzar a planificar el trabajo de recuperación de la actividad agropecuaria de la zona.
Ruiz explicó que los datos corresponden a los muestreos realizados entre el 7 y el 9 de mayo en la zona afectada por la erupción del volcán Chaitén, que consideran, entre otros aspectos, volumen y calidad de las cenizas, composición mineralógica y análisis de las aguas, además del probable impacto sobre los suelos.
Según el estudio, la zona afectada alcanza a cerca de 650 mil hectáreas en Chile, con diversas magnitudes de depósitos en forma directa, además de amplias zonas de Argentina.
También destacó que las cenizas caídas sobre suelos arables pueden ser incorporadas mediante labores culturales, a fin de lograr la recuperación rápida de los terrenos. Esto, sin embargo, sólo es posible en los escasos suelos arables de la zona, ya quela mayoría son zonas escarpadas de lenta recuperación.
Sin embargo, el estudio aclara que desde ahora actuarán los procesos naturales y la velocidad de recuperación de los suelos dependerá de la magnitud del depósito en cada caso.
Acerca de la calidad de las aguas analizadas, los expertos obtuvieron tres muestras de cursos naturales de aguas en movimiento, ríos y arroyos del sector afectado por la erupción. El informe indica que las aguas poseen una acidez cercana a neutra, con bajo nivel de sulfatos, de sólidos disueltos, cloruros, flúor y arsénico. Ello permitió determinar que se cumple con la norma de agua potable y de riego, para los parámetros estudiados.
El análisis preliminar de forrajes obtenidos de muestras de pradera y quila, indica que los niveles de flúor se encuentran en niveles similares a los suelos de la zona y aunque se encuentren cubiertos de cenizas, se descartan problemas de toxicidad.