Vidal no descartó la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado contra los camioneros que continúan movilizados.
Héctor Aravena, El MercurioSANTIAGO.- Pese a que desestimó que la movilización de los camioneros dé pie para que otros sectores comiencen a exigir reivindicaciones, el vocero de Gobierno, Francisco Vidal, advirtió que el Ejecutivo no cederá a eventuales presiones y analizará en su mérito cada una de las demandas que surjan.
"Que nadie se llame a engaño, ésta fue una situación especial, una situación particular, si alguien cree que lo que se trata es ponerse a la fila, se puede llevar un gran engaño", sostuvo el portavoz de La Moneda.
Vidal afirmó además que en ningún caso el Gobierno dio una señal de debilidad al negociar con los dirigentes transportistas, puesto que como "el país no toleraba una situación como la que empezamos a vivir ayer, la primera obligación del Gobierno es con los 16 millones de chilenos".
"La tarea del Gobierno es preservar la normalidad y el desarrollo tranquilo del país y eso es lo que hicimos", agregó.
En ese sentido, indicó que ayer en la tarde se hicieron patente dificultades "muy sensibles para la población como la falta de bencina en las bombas, desabastecimiento y, en consecuencia, un daño a la economía", por lo que La Moneda tenía la obligación de evitar que la crisis evolucionara hacia situaciones límites.
Al ser consultado por la situación que enfrenta la ciudad de Los Ángeles, donde los camioneros no quieren deponer el paro, el secretario de Estado hizo hincapié en que "si eso continúa, el Gobierno va a tomar las decisiones que corresponda" y garantizó al país que las carreteras van a estar fluidas para el tránsito de todos los ciudadanos, sin descartar la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado.
Respecto al alto costo que significa el acuerdo para las arcas fiscales, Vidal dijo que "uno cuando gobierna tiene que ir adecuando, negociando, dialogando" y comparó los recursos con los que se entregarán a los jubilados.
"Un país que podría ir conduciéndose a la paralización y al desabastecimiento, eso el Gobierno no lo va a aceptar jamás y si hay que hacer sacrificios, como se hicieron en esta oportunidad, se hacen", aseveró.
En tanto, el ministro del Interior (s), Felipe Harboe, apeló a la capacidad de disuasión de los dirigentes de los camioneros para convencer a la bases de que depongan la paralización y "vuelvan rápidamente a la normalidad, que es lo que todos los chilenos queremos".
Destacó asimismo la importancia de respetar los acuerdos, señalando que con diálogo se solucionan los problemas, tal como ha ocurrido en otros conflictos sectoriales.