Peña dijo que, además, la banda tenía 11.400 municiones.
Raúl Maldonado, El MercurioSANTIAGO.- Flanqueados por un fuerte resguardo de Gendarmería, los principales líderes del clan cavieres, también conocido como los "Car'e Jarro", escuchan las imputaciones presentadas por la Fiscalía Metropolitana, que hasta ahora han destacado el vasto arsenal que les incautó la policía.
La actividad se desarrolla en el 10º Juzgado de Garantía de Santiago y su inicio se vio retrasado por la gran cantidad de familiares de los imputados que llegaron hasta aquí para apoyarlos.
El Fiscal Regional Sur, Alejandro Peña, describió durante la formalización la gran cantidad de armas en poder de los "Car'e Jarro", entre ellas, más de 11.400 municiones de diferente calibre.
Según el fiscal, también contaban con 10 escopetas y rifles, además de subametralladoras, pistolas y revólveres.
Entre los bienes de los que disponía la organización delictual se incluyen también más de 20 vehículos que eran utilizados para diversos fines.
Se espera que el fiscal Peña presente durante la jornada grabaciones telefónicas, fotografías, videos y organigramas para acreditar los delitos de asociación ilícita, narcotráfico y lavado de dinero imputados a los miembros de la peligrosa banda.
La sala de la audiencia está repleta y el fiscal utiliza un "data show" para mostrar fotografías de los imputados y de los lugares donde fueron captados.
De acuerdo a lo que se prevé, la audiencia será una de las más largas en lo que lleva operando la nueva justicia en el ámbito del tráfico de drogas y podría extenderse por más de siete horas.
Poco antes de ser trasladado al tribunal de garantía, el líder de esta organización, Iván Cavieres Alarcón, acusó al fiscal Peña, de querer desviar la atención con este caso.
"Se está justificando con nosotros por los errores que se ha mandado, pegarle a la señora y lo del sindicato. Quiere justificarse, quiere lavar su imagen con nosotros", manifestó Cavieres, a quien se le incautó un millón de dólares, caballos de carrera y autos lujosos.
Los 22 imputados fueron llevados al Centro de Justicia, esposados y engrillados, en un bus escoltado por 50 efectivos y 10 vehículos de la Brigada Antinarcóticos de la policía civil.