CHILLÁN.- Con un tiro de escopeta fue asesinado Cristián Llanos Gutiérrez, de 27 años, a manos de sujetos que se acercaron a su vivienda, supuestamente para pedir ayuda porque habían quedado en “pana".
Aparentemente, uno de los delincuentes conocía a la víctima porque lo llamaban por su nombre. Fue ahí cuando el malogrado trabajador rural -micro empresario de rosa mosqueta de la localidad de Coltón Quillay, ubicado en la comuna de Bulnes, en Chillán- decidió ir en busca de una herramienta.
Sin embargo, los sujetos ingresaron a la fuerza disparándole a quemarropa.
"El joven murió en el mismo lugar. Su esposa fue maniatada con una cinta, mientras los sujetos sustraían el dinero. Por el momento no hay sospechosos ni detenidos. Lo más probable es que hayan sido personas del lugar", aseguró el subcomisario, Enrique Zamora, de la Brigada de Homicidios de Policía de Investigaciones en declaraciones recogidas por el diario La Discusión.
Este hecho pone nuevamente en el tapete un fenómeno que se ha venido produciendo últimamente en Ñuble, como es el aumento de los delitos en los sectores rurales.
Un caso emblemático fue el doble asesinato de la pareja de profesores, Alejandro Antonio Contreras Badillo, de 61 años, y Erica del Carmen Hernández Vilches, quienes por largos años trabajaron en la Escuela G-220 del sector Tres Esquinas de Cato y mantenían un centro de pago del Banco Estado y Copelec.