SANTIAGO.- Impacto y frustración son las palabras que definen los sentimientos de los carabineros que esta madrugada debieron enfrentar el dramático caso del suicidio de un ejecutivo en La Dehesa.
Rafael Mas (42) se disparó un balazo en la cabeza al interior de su automóvil, después de abandonar su hogar motivado por una violenta discusión con su esposa.
Uno de los efectivos que participaron en el operativo fue Marlon Ampuero, quien sabía que el hombre se encontraba en un estado mental alterado y que portaba un arma de fuego.
Después de una intensa búsqueda por las calles de Lo Barnechea, el equipo de Carabineros halló el automóvil del ejecutivo y comenzó una larga negociación de una hora y 25 minutos, según publica hoy el diario La Segunda.
"Cuando logramos que se detuviera nos acercamos, adoptamos las medidas de protección para nosotros y para él. Desde el primer momento percibimos que tenía el arma contra la sien derecha. Sólo una vez la bajó", relató Ampuero.
Añadió que constantemente le decían que mantuviera la calma, pero el hombre se encontraba en un completo estado de enajenación. "Sólo hablaba consigo mismo, se reprochaba, hablaba mal de alguien de su familia", comentó.
Tras ello, le recordaron que tenía dos hijos y que debía preocuparse de ellos. "Le decíamos que no podía dejarlos, que tenía que estar con ellos en el momento más importante de sus vidas, que les haría falta, pero cada vez que mencionábamos a los niños entraba en llanto", sostuvo.
Momentos después se calmó, "nos quedó mirando, se echó para atrás y se disparó. Nos sorprendió porque creíamos que con el tiempo transcurrido y porque ya se había tranquilizado, no lo iba a hacer".