Bachelet aboga por la igualdad de géneros.
Reuters
NUEVA YORK.- La ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, denunció este jueves que Latinoamérica y el Caribe viven la contradicción de tener al menos a cinco mujeres liderando países pero representan una de las regiones con más desigualdad de género.
Bachelet, secretaria general adjunta de Naciones Unidas y directora ejecutiva de ONU Mujeres, dijo que Latinoamérica ha roto muchas barreras en cuanto a paridad de género pero aún quedan muchos obstáculos para lograr la igualdad entre mujeres y hombres.
La región cuenta con tres jefas de estado — Cristina Fernández en Argentina, Dilma Rousseff en Brasil y Laura Chinchilla en Costa Rica — además de dos jefas de gobierno, Portia Simpson-Miller en Jamaica y Kamla Persad-Bissessar en Trinidad y Tobago.
"Latinoamérica, sin embargo, continúa siendo una prioridad para nosotros porque aún reina mucha desigualdad de género y las mujeres y niños de la región son de los más pobres del mundo", dijo Bachelet durante una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York.
La ex presidenta chilena hizo un balance del primer año de existencia de ONU Mujeres, una organización que se dedica a defender los derechos de la mujer en el mundo.
ONU Mujeres está presente en 75 países y en el 2011 recibió 235 millones de dólares en contribuciones. A pesar de la crisis económica que afecta a muchos países, la organización espera recibir 700 millones de dólares este año para proseguir con su cometido, dijo Bachelet.
En Latinoamérica las prioridades para la organización fueron promover la participación política de las mujeres e impulsar su papel en la economía.
En El Salvador las mujeres están protegidas actualmente una nueva ley de igualdad de género que las ayuda a avanzar en los campos de la educación y el trabajo, dijo Bachelet.
En la frontera entre Brasil y Paraguay mujeres líderes indígenas trabajan para acabar con el tráfico de mujeres y niñas y han educado a más de 4.000 mujeres indígenas. En Ecuador, los ministerios manejan ahora presupuestos que promueven la igualdad de género, añadió Bachelet.
La ex mandataria citó ejemplos como estos para mostrar los proyectos en los que ha trabajado ONU Mujeres en la región. El problema, sin embargo, es que muchos países de Latinoamérica siguen siendo catalogados como países de clase media, cuando en realidad viven en ellos muchos pobres y en zonas donde es difícil lograr este tipo de avances, indicó.
La participación política también es un problema. Bachelet ha dicho con anterioridad que la representación femenina en los parlamentos latinoamericanos no pasa de 20% ó 22%, con casos como el de Brasil, donde alcanza 8,4% en la Cámara de Diputados y 12% en el Senado, pese a que las mujeres son 52% de la población.
Trabajar para reducir la violencia contra mujeres y expandir el papel de las mujeres en negociaciones de paz son otros de los objetivos de ONU Mujeres, añadió Bachelet.
La ex presidenta hizo un llamado a gobiernos y contribuyentes para que apoyen a la organización de forma económica. La revista Forbes describió el año pasado a Bachelet como la segunda mujer más poderosa de Naciones Unidas, sólo por detrás de Valerie Amos, subsecretaria general de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).