OVALLE.- A la pena de 5 años un día fue sentenciada Susana Frías Tarifeño, la mujer que haciendo valer sus supuestos dotes de adivina, entre enero y mayo de 2006, cometió estafas contra sus clientes, por montos que superaron los $20 millones.
La Fiscalía de Ovalle llevó a juicio a la mujer tras acreditar que en esas fechas aparentó ser una sanadora y clarividente, publicitando su actuar a través de una radio emisora de la ciudad de Ovalle y por medio de volantes de papel.
Anteriormente, la justicia había sentenciado a 4 años de presidio a su ayudante y pareja, Carlos Villavicencio, por delitos de similar naturaleza en calidad de cómplice.
En cuanto a los ilícitos, los hechos dieron cuenta que las víctimas, con la esperanza de encontrar lingotes de oro en casas habitaciones de parientes o bien sanar de algunos males, les cancelaban dinero por dicho servicio, en circunstancias que los hallazgos no eran más que lingotes de plomo. Villavicencio proveía de los elementos necesarios para asegurar los fines que tenía la imputada Frías Tarifeño.
La mayoría de las víctimas eran personas de la tercera edad y campesinos de la provincia del Limarí.