Ayer, dos vehículos de Carabineros fueron incendiados durante enfrentamientos con pobladores que hicieron recordar lo ocurrido en Aysén a principios de este año.
UPI
SANTIAGO.- El obispo de Atacama, Gaspar Quintana, se trasladaba esta tarde hasta Freirina para interceder en el conflicto que mantienen pobladores y la empresa Agrosuper, que mantiene allí una planta faenadora de cerdos resistida por grupos de habitantes de esa localidad.
El viaje de monseñor Quintana siguió a gestiones del alcalde de Vallenar, Cristián Tapia, según Soychile.cl.
Los manifestantes
mantienen barricadas en siete puntos e impiden el paso de camiones hasta las instalaciones de la faenadora. Sólo permiten cruzar a los vehículos particulares.
Los pobladores son vigilados por un nutrido contingente policial apoyado por helicópteros. Esta tarde, los participantes en la protesta denunciaron el supuesto lanzamiento de bultos que supuestamente correspondían a elementos disuasivos, lo que fue desmentido por las autoridades.
Según esta versión, los elementos correspondían a víveres destinados a los efectivos de Carabineros que se encuentran en ese sector.
Pobladores también denunciaron que dos niñas habrían recibido atención médica debido a los efectos de gases lacrimógenos, lo que no fue confirmado por autoridades en un primer momento.
Hasta la tarde de hoy no se habían repetido los violentos enfrentamientos ocurridos el sábado, que dejaron dos heridos graves y concluyeron con el incendio y destrucción de dos vehículos policiales.
El manifestante herido, Wilson Campusano, recibió un impacto de perdigón en uno de sus ojos. El cabo 1° Boris Torres, en tanto, resultó con una contusión ocular severa y traumatismo encéfalocraneano (TEC) en evolución.
Habitantes de Freirina protestan desde hace varias semanas para exigir el cierre de planta de Agrosuper, a la que responsabilizan de la emisión de malos olores que afectan a amplios sectores de la ciudad.
El alcalde de Vallenar también se sumó a las peticiones dirigidas a clausurar las instalaciones.
"La gente en Freirina ya no quiere sentarse a conversar en mesas de trabajo ni más plazos. Lo que quiere es el cierre de la planta", enfatizó.
