SANTIAGO.- Aclaradoras fueron las dos declaraciones que entregó Luis Eugenio Díaz, ex jefe de la CNA, a los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, en el marco de las irregularidades en la acreditación de algunas universidades.
Así queda de manifiesto en los dos testimonios que la ex autoridad -actualmente detenido junto a dos ex rectores- entregó al Ministerio Público y que fueron divulgados por el diario "La Segunda".
En ellos, Díaz revela todas las asesorías y vinculos que prestaba a planteles, entre 2007 y 2012, mientras presidía el organismo acreditador, así como los millonarios montos que acordó con algunos planteles si lograba acreditarlos.
Según reza en la publicación, el ex director de la CNA firmó en marzo de 2010 un contrato con la Uniacc por 50 millones de pesos. Esto, con el objeto de reacreditarla, después de que venciera su validación académica de tres años.
"En la primera quincena de abril finiquitamos ese contrato por el problema que tuvo la universidad con las becas Valech y no alcancé a trabajar mayormente en ese tema. Sólo recibí $20 millones iniciales (...) El monto total era $50 millones, con un premio de hasta $100 millones en caso de acreditación por 5 años", contó.
Similar caso ocurrió con la Universidad Andrés Bello, de la que formó parte de la Dirección de Aseguramiento de la Calidad entre 2009 y 2011.
"Ese contrato ($3.880.000 mensuales) fue directamente con el rector Rolando Kelly (...). Mi función era apoyar las acrreras en el proceso de aseguramiento de la calidad y en el proceso de acreditación o reacreditación según correspondiera", explicó.
Contratos verbales
En su declaración, Díaz relató además que en enero de 2011, el dueño del Centro de Formación Técnica (CFT) Simón Bolívar, Diego Méndez, le pidió que le ayudara a acreditar la institución.
"Esto fue un acuerdo verbal, nunca se escrituró. El pedido era que trabajara en la acreditación a cambio de un pago a la Sociedad Gestión de $15 millones", declaró.
La publicación de "La Segunda" continúa repasando el testimonio del ex director de la CNA, en el que se establece que éste firmó un contrato en enero de 2011, el que también fue oral: "Era por $50 millones en 5 cuotas de $10 millones, sumas que se pagaron".
La primera de las boletas se giró a la Universidad Pedro de Valdivia y el resto al Preuniversitario Pedro de Valdivia.
"No haber declarado los vícnulos ante la CNA fue una falta de prudencia y prolijidad. La UPV tuvo su proceso de acreditación el año 2010 en que sólo se le dio un año de acreditación. Yo me inhabilité en la primera decisión y semanas después se votó la reposoción y voté favorablemente la acreditación por un año (...) En ese período era presidente de la CNA", añadió.
Con la Universidad Bernardo O'Higgins, en tanto, suscribió dos contratos. El primero en abril de 2011 con el ex rector Jorge O'Ryan "para sugerir el foco de acción que desarrollara el nuevo rector de la universidad" por un monto de 200UF. El segundo fue con la nueva autoridad, Claudio Ruff, por $25 millones y suscrito en agosto de ese año.
"Declaré esa universidad en octubre de 2011. Fue varios meses después por la misma desprolijidad que he indicado", agregó.