Estos globos hechos de papel se elevan debido al aire caliente generado por una pequeña llama o vela en su base.
ReutersSANTIAGO.- Las autoridades advirtieron esta tarde sobre el riesgo de lanzar los llamados "globos de los deseos", frágiles aparatos hechos usualmente de madera y papel y que llevan una pequeña vela en la parte inferior, debido a que pueden generar incendios cuando caen a tierra.
La venta y utilización de estos elementos está sometida a fuertes multas, según recordó este jueves el intendente de la Región Metropolitana, Juan Antonio Peribonio.
El jefe regional señaló que las sanciones por comercializar estos productos puede llegar hasta las 1.000 UTM (cerca de 40 millones de pesos) y la posible clausura del establecimiento. Quienes lancen estos elementos pueden ser sancionadas con multas de hasta 200 mil pesos.
"Bomberos ha constatado que estos globos de luz pueden ser causantes de incendios, como ocurrió hace unos días en el cerro Manquehue. Por eso felicitamos la labor fiscalizadora de Carabineros, que ha retirado de la venta estos productos, que, insisto, pueden inducir a engaño a los compradores pensando que son juguetes que no revisten peligro, pero que en la práctica pueden generar un tremendo daño a las personas", aseveró Peribonio.
En las últimas 48 horas, Carabineros decomisó un total de mil 200 fuegos artificiales y un número similar de los llamados "globos de luz" o "globos de los deseos" en el Barrio Meiggs. Tres personas sorprendidas en la venta de estos elementos quedaron a disposición de los juzgados de policía local.
Los resultados de los operativos fueron reconocidos por el intendente Peribonio y el jefe de Zona Metropolitana de Carabineros, general Eliecer Solar. Ambos concurrieron este jueves hasta dependencias de la Segunda Comisaría Santiago Central para conocer detalles del procedimiento policial.
El intendente metropolitano insistió en que los fuegos artificiales y los globos de luz están prohibidos "porque son un peligro para la seguridad de las personas y para sus bienes".
"Nuestro llamado a las personas es que no se dejen llevar por un bonito color o su luminosidad, pues en apariencia son juegos inofensivos pero poner estos artefactos en las manos de un niño es entregarles una verdadera arma y lo hace correr el riesgo de sufrir graves quemaduras".