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"Nanas" 2.0: Escasean, estudian y "mozos" las están reemplazando

Las asesoras del hogar ya no quieren trabajar puertas adentro, no todas están dispuestas cuidar niños y algunas, más jóvenes, compatibilizan "la pega" con estudios superiores.

05 de Octubre de 2013 | 13:43 | Por Leonardo Núñez, Emol

SANTIAGO.- Maricela Díaz (20 años) parte su jornada a las 7:00 de la mañana. Y cuando son las 5 de la tarde, recién está en la mitad de su día. A esa hora se despide de su jefa y del niño que cuida en Las Condes, para subirse al Transantiago, el metro y de nuevo al Transantiago.

Su destino es un instituto profesional en Ñuñoa. Antes de las 18:30 debe estar en sus clases de Prevención de Riesgo, así que debe correr. Tiene prueba, pero está tranquila, estudió y normalmente le va bien. Esa es su rutina de lunes a viernes.

Esta joven de Constitución, que se vino a Santiago a estudiar y trabajar, refleja el nuevo perfil de la asesora del hogar. Su régimen laboral es "puertas afuera", ya que tiene su propio lugar donde dormir y los fines de semana los tiene libre.

Nanas más exigentes

Es que las mujeres que se dedican a este oficio hoy no tienen las mismas perspectivas que hace una década: vivir en una casa que no es la suya para ayudar en las labores domésticas por varios años no está dentro de sus planes. "Cuesta estudiar y trabajar, cansa harto, pero ya me falta menos para la meta", dice Maricela.

Las nanas tampoco están dispuestas a trabajar por cualquier sueldo. Debido al grado de desarrollo de Chile, las mujeres tienen mayor nivel educacional y más oferta laboral. Por eso mismo las asesoras del hogar escasean y llegan inmigrantes de países vecinos a ocupar las plazas disponibles.

Paola Mattheos, directora de la agencia www.madrina.cl, especializada en reclutar personal para servicio doméstico, explica los cambios en este rubro. "Todos los empleadores buscan lo mismo: estabilidad. Que la asesora no se vaya a los tres meses. Pero eso es casi imposible. Si les ofrecen 10 lucas más en otro lado, se van o trabajan por el verano. Y muchas sólo están dispuestas a hacer el aseo y cocinar, no a cuidar niños", agrega Mattheos.

Esta situación en un fenómeno que se registra paulatinamente en todos los países desarrollados: la especialización de los servicios domésticos. El economista Sergio Urzúa, jefe del área de políticas sociales del Centro de Estudios Públicos, lo llama la "revolución de las nanas".

"La transición del servicio doméstico como parte integral del hogar en que las 'nanas' vivían en las casas, está cambiando. Es algo natural producto del desarrollo. Implica en la práctica la profesionalización de todo tipo de servicio", señala el académico a Emol, advirtiendo que lo lógico es que suba el costo para obtener este servicio.

"Tener a alguien que viva contigo en la casa puede ser una cosa bizantina. Va a hacer común contratar servicios por hora, con gente profesional, que llega en la mañana, hace el aseo y que trabaja en 5 o 6 departamentos por día. Contratar alguien que esté a cargo de todas las tareas va a tener un costo prohibitivo", agrega Urzúa.

Selma Huillitrul (31) es un ejemplo de la especialización del oficio. Ella fue contratada como manipuladora de alimentos en un jardín infantil, donde aprendió a trabajar con niños. Al poco tiempo y gracias a esa misma experiencia le llegó una mejor propuesta laboral y con menos carga de trabajo.

"Dejé el jardín para trabajar en una casa particular, porque una familia buscaba a una persona que se encargara exclusivamente de cuidar a los niños", cuenta Selma. Dice que tampoco descarta estudiar párvulo, pero no necesariamente para trabajar en un jardín. "Conocí el caso de una profesora a la que le piden estudiantes porque varias mamás juntan plata para contratarlas por horas para que den educación parvularia a sus hijos, pagan hasta 600 mil pesos".

Mozos, cada vez más solicitados

La directora de Madrina.cl augura más cambios a mediano plazo. Ante la falta de mujeres interesadas en trabajar como asesoras, hay familias que están optando por contratar a hombres para esta labor, para que trabajen como mozos. Paola Mattheos estima que este servicio va a aumentar por varios factores.

"Tenemos mozos puertas adentro y puertas afuera en la agencia, con promedio de edad de 30 a 35 años. Los buscan por estabilidad y responsabilidad, como son hombres, llevan la casa, tienen hijos y señora, no dejan botado el trabajo", explica.

Los mozos ganan entre 400 y 500 mil pesos líquidos. Los prefieren los matrimonios de adultos mayores o con hijos universitarios, como es el caso de Marcelo Valenzuea, quien atiende a una familia en Chicureo. "Junto con las labores de la casa que administro, también conduzo los autos si es necesario", dice.

"Los mozos están dispuestos a hacer las mismas labores que una nana, e incluso mejor: han hecho cursos de repostería, tienen licencia de conducir, las hacen todas, este año los han solicitado mucho", finaliza Mattheos.

Modernización necesaria

Comparando cifras de la encuesta Casen, el economistas Sergio Urzúa da cuenta de la evolución del servicio doméstico. Mientras en 1990 el 18% de los empleos femeninos correspondía a este tipo, de los cuales uno de cada cuatro correspondía al tipo puertas adentro, 20 años después este porcentaje no supera el 13% -cayendo continuamente-, y sólo una de cada 17 empleadas domésticas trabaja en régimen cerrado.

En tanto, la edad promedio de las "nanas" en dos décadas pasó de 35 a 46 años. Por las inmigrantes jóvenes, que representan el 8% del servicio doméstico en la Región Metropolitana, no se ha acentuado este envejecimiento.

Esto implicará cambios en la organización de las labores domésticas, dice Urzúa, que en sus estudios explica que "además de ser muy caro tener una nana tiempo completo, los padres tendrán que ajustar sus horarios a los nuevos tiempos y la distancia entre la 'patrona' y la 'nana' se acortará".

"El estigma social, que hoy probablemente desincentiva a explorar los altos retornos económicos en el sector, se terminará. Así, a partir de sus poderosas herramientas, el tan basureado mercado permitirá la modernización de un sector que por años ha sido reflejo de nuestro subdesarrollo", asegura.

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