Luz Saldías y Nancy Calvo en la Moneda.
SANTIAGO.- "Nuestro hijos están secuestrados. No queremos que vuelvan en una bolsa negra, solicitamos el apoyo del Gobierno", manifestó Luz Saldías, madre de Enzo Tamburrino, uno de los jóvenes chilenos detenidos en Perú por rayar un muro inca.
Saldías junto a Nancy Calvo, madre de Eduardo Cadima, llegaron esta mañana al Palacio de La Moneda acompañadas por el diputado Alejandro Navarro (PS) para reunirse con el ministro Secretario General de Gobierno, Francisco Vidal.
Sin embargo, el vocero de La Moneda sólo recibió al parlamentario, señalando que el Gobierno va a ayudar por intermedio del ministerio de Justicia.
Según Navarro el Gobierno ya comprometió colaborar con los jóvenes chilenos, pero para ello las madres de ambos se reunirán esta tarde con el ministro de Justicia Luis Bates.
Tanto Calvo como Saldías manifestaron que "no venimos a pedir plata", sino que a solicitar que el Ejecutivo sea garantía en este caso.
"Queremos que el Gobierno se comprometa a traer de vuelta a nuestros hijos", enfatizó Saldías.
Tras reunirse con Navarro, Vidal sostuvo que "estamos ayudando en lo que se puede, en lo posible y en lo debido, no hay que transformar este caso en una exacerbación".
El vocero de La Moneda reiteró además que "el gobierno desde el primer día las ha acompañado (a las madres) en lo debido y en lo posible... las resoluciones judiciales las toma el tribunal peruano. El gobierno estará atento a estas resoluciones".
Cadima, de 20 años, y Tamburrino (19) fueron detenidos en Cusco, acusados de daño al patrimonio arqueológico, luego que fueran sorprendidos pintando el muro de una construcción del período incaico, el 29 de diciembre pasado. Desde entonces se mantienen presos en la cárcel de Quenacoro.
Navarro viaja a Cusco
El diputado Navarro anunció que en los próximos días viajará hasta Cusco para reunirse con los familiares de los jóvenes y con autoridades de la ciudad para que se vele por la seguridad y la justicia en el proceso.
El parlamentario reconoció que sí hubo una falta pero que la multa no se condice con la misma. Para ello ejemplificó con la fianza de dos millones de pesos que pagó el general (r) Augusto Pinochet, en casos que él considera peores.
