NUEVA YORK.- Internet, balbuceante durante las elecciones presidenciales de 1996, invade ahora a la sociedad norteamericana como a ninguna otra. "Uno se pregunta cómo pudo suceder", se dice, incrédulo, el país de la Nueva Economía.
Desde salud hasta diversión, Estados Unidos confía en el famoso "punto com", que cierra las direcciones de la mayor parte de sitios Internet del país y simboliza toda una revolución.
La mitad de los estadounidenses, es decir unos 135 millones de personas, tienen acceso a la red y conforman el más amplio contingente de internautas del planeta (35%), adelante de Japón (7%), Alemania (5%) y China (4%). Francia llega en décimo lugar con nueve millones de usuarios.
La "web" está metida en todos los aspectos de la vida cotidiana. Con un simple "click", los estadounidenses ordenan su desayuno, organizan su ceremonia de matrimonio o compran un boleto para la próxima función de cine.
En un país amante de la tecnología y las cosas prácticas, la "red de redes" tenía todas las condiciones para convertirse en la nueva "historia exitosa" a la americana.
El fenómeno, iniciado en los laboratorios de Silicon Valley (California) y difundido por nombres como AOL, Yahoo o Amazon.com, tuvo su pico en la mitad de los años 90, coincidiendo con la segunda presidencia de Bill Clinton y el más largo ciclo de crecimiento de la economía estadounidense.
"El e-mail (correo electrónico) es su expresión más popular", destaca el director del centro de investigación en Internet Pew Internet and American Life Project, Lee Rainie, en Washington.
"Un gran número de norteamericanos acude a la red para informarse o simplemente para distraerse. Lo utilizan para intercambiar sellos postales de colección, hallar su raza de perro favorito o reconstruir su árbol genealógico", explica.
Los más fanáticos -15 a 20 millones de norteamericanos, según Rainie- no pueden vivir sin la red. Ellos hallan sus carreras, encuentran amigos, escuchan conciertos y trabajan en Internet.
Los "chatrooms" (foros de discusión en línea) se han expandido muy rápidamente. Sobre cualquier tema, desde el béisbol hasta las dietas, uno discute allí de todo, a través de pequeños mensajes escritos o visualizados, gracias a la magia de la webcam (una pequeña cámara que permite enviar la imagen a la red).
El universo médico no es la excepción. De 20 a 25 millones de estadounidenses navegan regularmente en los sitios especializados para informarse sobre enfermedades o nuevos tratamientos.
"Es un cambio en la relación con la medicina", destaca. Algunos llegan hasta los consultorios con una pila de artículos de la red y una lista de preguntas, si es que antes no las han formulado por e-mail.
El cambio más grande puede ser a nivel empresarial, donde los sitios de comercio electrónico o "B2B", para la compra de materias primas, de equipamientos, han florecido.
Los sitios web se han convertido en la nueva vitrina de las compañías, al exponer sus productos, ofertas, ofrecer empleos, comunicados de prensa y hacer negocios con el mundo entero.
Ante tal éxito, el resto del mundo, inicialmente en desventaja, recupera espacio a pasos agigantados. En Europa, 80 millones de personas tienen ya acceso a Internet, esto es un hogar de cada cinco.
El avance de Estados Unidos seguirá por uno o tres años más, según los sectores. De aquí a la próxima elección presidencial, EE.UU. podría haber perdido su supremacía en la red.