CABO CAÑAVERAL.- El transbordador espacial Atlantis y sus siete tripulantes regresaron hoy a la Tierra tras pasar una semana en la Estación Espacial Internacional, donde instalaron una viga de aluminio de 13 metros de largo.
Al guiar el transbordador a su destino final, el comandante a bordo Mike Bloomfield delicadamente aterrizó el transbordador de 2.000 millones de dólares a las 12:26 horas locales (16:26 horas GMT) en la pista del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida).
Luego de recorrer 7, 2 millones de kilómetros, Bloomfield encendió los motores de la aeronave, disminuyendo lo suficiente la velocidad para caer de la órbita para luego, ya en la atmósfera, volar como un avión en una altitud de 300 kilómetros.
La temperatura fue ideal para el descenso, con una brisa ligera y nubes aisladas. El aterrizaje de Atlantis pone fin a una misión de once días que comenzó el 8 de abril.
"Fue un gran aterrizaje y un gran fin para una misión que ha sido excelente en todos sus aspectos", dijo el control de la misión pocos momentos después de ocurrido éste. "Ustedes instalaron el comienzo de lo que será la columna vertebral de la estación", agregó.
Durante el aterrizaje, helicópteros de ataque patrullaban el espacio aéreo de Cabo Cañaveral como parte de las nuevas medidas de seguridad dispuestas por la NASA tras los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Durante esta misión, que incluyó cuatro salidas al espacio, la tripulación del Atlantis trabajó junto a los actuales habitantes rusos y estadounidenses del complejo e instaló una nueva extensión del complejo orbital, una enorme viga S-Zero, primer segmento de doce toneladas que formará la "columna vertebral" de la Estación Espacial Internacional.
De un costo de 790 millones de dólares, la viga es el primero de nueve segmentos que formarán una enorme estructura externa de unos cien metros, que será concluida en 2004.
Una vez terminada la estructura, el brazo robótico se desplazará sobre una distancia total de 91 metros, facilitando así la construcción y el mantenimiento de la estación espacial.
Esta "columna vertebral" servirá de base para decenas de toneladas de equipos que serán instalados en los próximos años: paneles solares, aparatos de refrigeración y otros sistemas.
Los astronautas pusieron a prueba asimismo el primer mini tren del espacio, un vagón instalado sobre rieles a lo largo de esta viga.
El vagón servirá de base móvil para el brazo robótico Canadarm2. La prueba reveló algunas fallas en el vagón, pero la NASA confía en poder resolver el problema modificando el programa de comando.
"Las dos últimas misiones de la nave constituyeron grandes desafíos", señaló Linda Hamm, directora del programa del transbordador.
Este año se prevén tres misiones más (mayo, agosto y octubre) para continuar las tareas del ensamblaje del gigantesco mecano de la ISS, que entró en una nueva fase, extremadamente técnica y compleja.
Sólo un percance afectó a la misión: una fuga en el conducto de evacuación del excedente de hidrógeno, que permite evitar una presión demasiado fuerte durante el bombeo de combustible a la reserva externa de la nave, forzó a la NASA retrasar en varios días el despegue del transbordador.
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