LONDRES.- Los bebés a los que, de modo controlado, se deja llorar hasta que se duermen aprenden a descansar mejor durante el sueño y reducen la incidencia de depresión posparto entre sus madres, según un estudio que publica la revista "British Medical Journal".
El informe elaborado por un equipo de expertos del Royal Children’s Hospital en Melbourne (Australia), encabezado por la doctora Harriet Hiscock, revela que si las madres aprenden "técnicas de llanto controlado" los problemas del niño para dormirse se reducen significativamente.
En el estudio, los expertos utilizaron dos grupos de madres con niños entre los seis y los doce meses, todos ellos con problemas para conciliar el sueño.
Hiscock y su equipo enseñaron a los padres de uno de los grupos a controlar el llanto de sus bebés mediante técnicas consistentes en incrementar, poco a poco, los intervalos de tiempo en los que dejan al niño llorar, hasta que éste aprende a dormirse solo.
Los padres del otro grupo recibieron información sobre las pautas de sueño infantiles, pero no sobre las técnicas de control.
Como resultado del experimento, los padres del grupo que fue aconsejado por los médicos redujeron en casi un 90 por ciento los problemas de sueño de sus bebés, así como el número de madres con depresión posparto.
Los responsables del estudio advierten que los bebés necesitan una rutina estructurada, por lo que aconsejan mantener unos horarios constantes en las siestas durante el día y al acostarse por la noche.
Estudios anteriores indican que la mitad de los padres de niños entre seis meses y un año padecen problemas de sueño, lo que provoca que más de un 15 por ciento de sus madres sufra depresiones posparto.
La portavoz del Colegio Británico de Puericultores, Cheryll Adams, destacó la importancia de apoyar y aconsejar a las madres primerizas y añadió que las que no duermen suficiente tienden a sufrir más estrés y más problemas de salud mental.
"Los pequeños problemas se vuelven grandes y las madres se vuelven muy vulnerables", afirmó.