SAO PAULO.- El gobierno brasileño impulsa la creación de una empresa nacional de telefonía capaz de competir en América del Sur con Telefónica de España y el grupo del mexicano Carlos Slim.
Para permitir la creación de la futura empresa brasileña de telecomunicaciones, de capital privado, el presidente, Luiz Lula da Silva, alterará la legislación que restringe las fusiones, que data de 1998, cuando fueron privatizadas las telecomunicaciones.
Con ello será posible que la empresa de telefonía OI, de Carlos Jereissati y el grupo Andrade Gutiérrez, del sector infraestructura, adquieran Brasil Telecom, la mayor operadora de telefonía fija de Brasil, controlada por el City Group y fondos de jubilación.
Lula da Silva también desea que en la futura compañía, que posiblemente cambiará de nombre, tenga peso decisorio el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), la mayor entidad de fomento brasileña, que financiará la adquisición.
El mandatario impondrá como condición que el BNDES pueda vetar futuras ventas del paquete accionario a grupos extranjeros.
Una de las razones que persuadió a Lula da Silva de crear una compañía brasileña, cuya creación no fue materializada, fue emular los modelos de telefonía en México y España, donde los grupos nacionales, Telmex y Telefónica, son prácticamente monopólicos, informo hoy el diario Folha de San Pablo.
Carlos Slim controla en Brasil la empresa de telefonía fija Embratel y la de celulares Claro, mientras Telefónica provee servicios de telefonía fija en el estado de San Pablo y posee el control de la mayor empresa de telefonía móvil brasileña.
El Consejo Administrativo de Defensa Económica, que vela por la libre competencia, será el órgano que decida si esta "magafusión" no viola las leyes "antitrust" y ya comenzó a estudiar este, que es considerado "el caso del año", informó hoy el diario Valor Económico.
La adquisición de las acciones de City Group y los fondos de jubilación demandará una inversión de unos 5.300 millones de dólares.
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