Fundación Paréntesis utiliza la tecnología en favor de la solidaridad

SANTIAGO.- En la era de Internet, la solidaridad también se rinde antes sus beneficios. Para la Fundación Paréntesis, parte del Hogar de Cristo, pareció ser un canal ideal para su nueva campaña, Pixel más Pixel.

En ella, quienes quieran colaborar podrán hacerlo de una forma muy novedosa: comprando un pixel de una página web, para poner la imagen que quieran, desde fotos de su hijo, el insignia de su colegio, apoyar a su club de fútbol, o incluso poner un link, y pueden ser personas naturales, grupos de amigos, o también empresas.

Paulo Egenau, director ejecutivo de la Fundación, explicó que querían principalmente llegar a la juventud. "Cómo ellos, y la gente en general, se comunica, se informa, se entera de las cosas, es a través de Internet", y así decidieron introducirse en un medio muy poco explotado por ellos.

Así, encontraron la idea de vender pixeles de una página, que originalmente nació en Inglaterra. Un estudiante que no tenía cómo pagar sus estudios pensó que esta sería una buena manera de juntar fondos, y creó "The million dollar homepage", que finalmente le sirvió para más que sus estudios, según acotó Egenau.

Para participar, hay que pagar un mínimo de 3.000 pesos que corresponde a un espacio de 5x5 pixeles. Si bien es un espacio pequeño, la imagen se amplia cuando se pasa el mouse por encima, lo que permite ver todo lo que se ha comprado.

Además, la idea que da origen al nombre, es que un pixel no significa mucho dentro de una página, pero uno, más otro, más otro, sí lo tienen, tal como explicó Egenau. "Esperamos tener una página multicolor, llena de sentido", agregó.

Para comprar hay que completar un simple registro y pagar online, desde cualquier lugar del mundo. Porque esa es otra ventaja de esta campaña online, se puede colaborar sin importar dónde esté la persona. La página estará abierta hasta que se completen todos los pixeles.

Gracias a esta página, la Fundación Paréntesis espera reunir 100 millones de pesos que servirán para construir un centro de acogida para adolescentes con problemas de alcohol y drogas. Éste será único en Chile, ya que contará con los estándares más altos de calidad para acoger a unas cien mujeres menores de 18 años, que podrán acceder al tratamiento sin tener que separarse de sus hijos.