A pesar de las amenazas judiciales, Julian Assange, el creador de Wikileaks, asegura que no planea cerrar el sitio.
AFPLONDRES/HAGERSTOWN.- El fundador de Wikileaks, Julian Assange, rechazó las acusaciones del Gobierno de EE.UU., que le reprocha tener "las manos manchadas de sangre" tras haber filtrado 90.000 documentos militares clasificados sobre la guerra en Afganistán y el comportamiento de las tropas aliadas.
En declaraciones hechas a un programa de la cadena británica BBC, Assange aseguró que no existen pruebas de que algún militar o civil haya muerto como resultado de la filtración. El fundador de Wikileaks acusó al Pentágono de estar intentando distraer la atención de las miles de bajas mortales ocurridas en el conflicto.
También se refirió a los comentarios hechos por el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el almirante Mike Mullen, quien criticó con especial dureza la actuación de Wikileaks. "Uno debe pensar por qué el Pentágono se centra en la hipotética sangre que dice que podría estar manchando nuestras manos (...) si tenemos en cuenta las 20.000 vidas que se han perdido en Afganistán, que se documentan y se exponen en nuestro material", dijo Assange a la BBC.
Ayer, de hecho, la Casa Blanca pidió a Wikileaks que no publique otros 15.000 documentos de los que presumiblemente dispone este portal.
El fundador de Wikileaks indicó que la página de Internet había tratado de involucrar a la Casa Blanca en sus esfuerzos para someter a investigación ese material antes de su publicación. Assange anticipó también que el sitio continuará publicando documentos: "No nos van a contener. Seguiremos exponiendo abusos cometidos por esta administración y otras".
Wikileaks obtuvo 91.000 documentos militares estadounidenses que ofrecen una nueva visión sobre las operaciones en Afganistán entre enero de 2004 y diciembre de 2009. Los archivos no son favorables para las fuerzas que ocupan el país asiático desde el año 2001 ya que expone diversos errores en la búsqueda de la paz en dicho país.
Un soldado del ejército acusado de rla filtración podría haber recibido ayuda de civiles, dijo el sábado una figura clave en el caso. La información, reportada inicialmente por el diario the New York Times, indica una ampliación de la investigación del gobierno de Estados Unidos sobre la filtración.
El soldado Bradley E. Manning está acusado bajo las leyes militares por haber revelado información secreta. Adrian Lamo, el ciberpirata que lo entregó a las autoridades militares en mayo, aseguró en una entrevista telefónica el tener conocimiento directo de que alguien había ayudado a Manning a establecer un software de cifraje para enviar información secreta a WikiLeaks.
No identificó a la persona, pero afirmó que el hombre era parte de un grupo de personas en Boston que trabajan con WikiLeaks. El software le habría permitido a Manning enviar la información secreta en pequeños fragmentos, para que así pudiera pasar más desapercibida.