MADRID.- Después del inmenso éxito cosechado por el iPhone de Apple, el Blackberry y los smartphones de Nokia, a Microsoft no le quedó otra salida que embarcarse en el negocio de los llamados móviles inteligentes a fin de no quedarse atrás.
A sólo pocos días de que la compañía presente su Windows Phone 7 en España, el director ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, comentó el potencial de su nueva apuesta en el mundo de los smartphones, que espera tenga una buena acogida y conquiste una posición relevante a fin de acortar distancias con sus principales rivales en un mercado muy competitivo.
Ballmer defendió el nuevo aparato asegurando que su compañía tuvo "ideas y perspectivas únicas para combinar hardware con software de nueva generación". El resultado es, según Ballmer, un "producto muy bien definido".
Subrayó además que ya tiene acuerdos con varias compañías en el mundo, entre las cuales está también la española Telefónica.
La firma está algo por detrás de los primeros puestos -Nokia en primer lugar, seguido por Blackberry y Apple-, pero el ejecutivo dijo que existen indicios suficientes de que el consumidor responderá bien al nuevo smartphone.
Las iniciativas de Microsoft para crecer y ganar terreno a sus competidores parecen pasar, además del universo del smartphone, por colaborar con otras firmas.