Aileen Dannelley sostiene a su bebé Savannah, de un mes, que recibe tratamiento por adicción a la metadona en un hospital de Illinois.
AP
WASHINGTON.- El abuso de analgésicos cometido por las embarazadas ha incidido en que la tasa de bebés nacidos en Estados Unidos que presentan adicción a estos fármacos creciera casi tres veces en una década.
Así lo detectó una investigación cuyos alarmantes resultados fueron publicados en la revista "Journal of the American Medical Association" (JAMA) de ese país.
El análisis mostró que el consumo de analgésicos por las mujeres gestantes creció cinco veces, pasó de 1,19 casos por cada mil nacimientos en 2000 a 5,63 casos por cada mil en 2009.
No obstante, no todos los bebés bajo esta condición presentan el llamado Síndrome de Abstinencia Neonatal (NAS, en inglés). Este desorden tiene graves consecuencias sobre los recién nacidos: puede incluir problemas en la respiración, convulsiones, dificultades de alimentación, bajo peso al nacer e irritabilidad excesiva.
La tasa de bebés nacidos con NAS pasó de 1,2 casos por mil nacidos vivos en 2000 a 3,39 por mil nacidos en 2009.
Los pequeños suelen necesitar unos 16 días de hospitalización después del parto cuando sufren el síndrome.
Abuso de opioides
El incremento en el NAS también tiene importantes consecuencias sobre el sistema de salud, cuyos costos se elevaron de manera exponencial en este ámbito de la salud neonatal.
Así, los cargos hospitalarios promedio saltaron de 39.400 dólares en 2000 a 53.400 en 2009, un aumento de 35% (tras ajustes por inflación).
Los bebés con NAS tenían muchas más probabilidades de nacer de madres cubiertas por Medicaid (78%), el seguro médico financiado por el gobierno para las personas de menores recursos, y vivir en zonas de ingresos más bajos (36%).
El estudio coincide con otros análisis independientes sobre el consumo de analgésicos en la población general.
Las ventas y las muertes relacionadas con analgésicos opioides en Estados Unidos se cuadruplicaron entre 1999 y 2008, según un estudio reciente realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
"Estos medicamentos proporcionan alivio al cáncer y al dolor crónico, pero se han prescrito en exceso, desviado y vendido ilegalmente, creando una nueva vía de adicción a los opiáceos y una carga de salud pública para la salud materna e infantil", dijo un editorial publicado con el estudio, firmado por Marie Hayes y Mark Brown, ambos médicos de la Universidad de Maine.