Todo fue muy relajado. Almorzamos juntos y yo tuve que hacerles de traductor. Fue muy agradable y creo que don Nelson quedó contento.
Iván Zamorano, se notaba, está satisfecho. La reunión que había sostenido horas antes en el comedor del complejo Angelo Moratti de Appiano Gentile con los enviados chilenos - el DT Nelson Acosta y el gerente de la ANFP, Pablo Hoffmann- y los representantes de Inter - el DT Marcello Lippi y el director deportivo del club, Gabriele Oriali- había concluido con éxito.
El tema era concreto: las necesidades de la selección nacional de cara a los próximos cuatro partidos eliminatorios (ante Uruguay, Paraguay, Bolivia y Venezuela) imponen la presencia de todos los jugadores no sólo en los encuentros, sino que también en los entrenamientos previos. Y Zamorano, al igual que el resto de los que actúan en el fútbol europeo, necesitaba el pase de su club para permanecer en Chile más tiempo de lo acostumbrado.
Por fortuna - aseguró Iván Zamorano- , Inter se la jugó y no puso ningún problema. De entrada, Gabriele Oriali dio a conocer la disposición del club a colaborar con la selección chilena. Nelson Acosta le entregó a Marcello Lippi el plan de trabajo del equipo y, después de algunas consultas específicas, le dijo que no habría problemas para que yo me integrara a la selección en las fechas solicitadas.
- ¿Es cierto que Lippi le recalcó a Acosta que usted debía tener un período de descanso total?
Sí, pero en la planificación de Nelson también se especifica ese período que no sólo yo, sino que todos los que estamos en Europa necesitamos para recuperarnos. Eso todos lo tenemos muy claro.
- El problema de las fechas también se topaba con las necesidades de Inter. A principios de agosto podría debutar en la eliminatoria de la Liga de Campeones, si es que clasifica este fin de semana...
Así es. De tener la opción de jugar en esa clasificatoria, el primer partido sería el 8 de agosto. Si pasa eso, entonces yo debería estar de regreso luego del partido en Venezuela (25 o 26 de julio) para entrenar con mi equipo. Después, volvería de nuevo a Chile para integrarme a la selección antes del encuentro frente a los brasileños en Santiago (15 o 16 de agosto).
- ¿Cómo se encuentra mentalmente para enfrentar los partidos eliminatorios que vienen? La presión ahora será mayor luego de la derrota frente a Argentina y el empate ante Perú...
Lo sé. Es algo inevitable. Muchos creen que uno no siente igual que los hinchas, pero la verdad es que, al fin y al cabo, los jugadores también acusamos el golpe de ese partido frente a los peruanos. Lo que nos debe distinguir, en todo caso, es la capacidad para dejar de lado esa rabia y concentrarnos en lo que viene.
- Y lo que se viene es duro: Uruguay en el Centenario...
Nada será fácil. Pero tenemos que convencernos que para llegar de nuevo al Mundial tenemos que tratar de ganarles a todos.
Por Sergio Gilbert J.
