SANTIAGO.- El presidente chileno, Ricardo Lagos, confía en el triunfo del pacto oficialista en las elecciones municipales del domingo, pese al alto índice de desempleo y a los escándalos políticos que han sacudido su gestión en los últimos meses.
La coalición de centroizquierda Concertación, que gobierna Chile desde la década pasada, medirá fuerzas con la derecha opositora en las elecciones de más de 340 alcaldes en todo el país.
"Creo que una vez que sumemos los votos, la Concertación seguirá siendo la coalición más importante de Chile", dijo Lagos el miércoles en un programa radial donde respondió preguntas de los auditores.
Pese a los buenos augurios del mandatario, un socialista que asumió el poder en marzo, analistas políticos han anticipado que el pacto de gobierno bajará su votación en las elecciones municipales.
El alto desempleo, heredado de la recesión que golpeó a Chile en 1999, ha sido uno de los peores dolores de cabeza de Lagos, que había prometido aplacar la falta de trabajo.
Las últimas mediciones oficiales han arrojado una tasa de desocupación de 10,6 por ciento, muy por encima de los rangos de 5,0 a 6,0 por ciento que mantuvo la economía chilena durante casi todos los años de la década de 1990.
El presidente chileno ha debido enfrentar también duras críticas por el escándalo que estalló a principios de septiembre, a partir de denuncias sobre pagos compensatorios millonarios a ex funcionarios públicos.
Aunque el actual gobierno no está del todo involucrado, comparte las culpas del anterior régimen de su mismo signo, encabezado por el democratacristiano Eduardo Frei, que autorizó indemnizaciones por más de seis millones de dólares a altos ejecutivos de empresas y reparticiones públicas.
Lagos ha intentado infructuosamente dar vuelta la página, exigiendo la renuncia o la devolución de los pagos a quienes los recibieron y ocupan nuevamente cargos públicos.
"Nadie de los que abusó de la confianza (...) está trabajando en mi gobierno", dijo.
Pese a ello, la derecha opositora ha mantenido el conflicto abierto y confía en lograr un importante repunte en su votación en las elecciones de alcaldes.
Esta alza no sería sólo porcentual, ya que conquistaría el gobierno de tres de los municipios mas relevantes del país: Santiago, en la capital; Concepción, en el sur, y la turística ciudad de Viña del Mar, en el centro costero.
Los anteriores comicios municipales fueron en 1996. Entonces, el conglomerado gobiernista obtuvo un 56 por ciento de los votos y la derecha opositora un 32 por ciento.
Pero ahora, los analistas creen que la Concertación rondará el 50 por ciento, y la derecha subiría a un 40 por ciento.
Lagos desestimó las proyecciones que hablan de una baja sustancial en el respaldo popular a los partidos de gobierno.
"La derecha siempre está acostumbrada a considerar triunfos cuando pierde. Desde que se restableció el sistema democrático no ha ganado ninguna elección", dijo.
Además, el mandatario aseguró que el pacto oficialista mantendrá su primacía en las comunas más pobladas del país, como La Florida, en el sur-oriente de Santiago, el puerto de Valparaíso y Viña del Mar.
"Puedo asegurar que en las tres comunas más importantes de Chile (...), las más pobladas, ganará la Concertación", afirmó.
Sobre Santiago, el mandatario no hizo pronósticos.
En el estratégico municipio capitalino, donde se encuentra ubicado el centro cívico del país, se enfrentarán su ex contrincante en las presidenciales, el derechista Joaquín Lavín, y la esposa del ex presidente Frei, Marta Larraechea.
Analistas estiman que en esta carrera, el opositor Lavín tiene muchas más posibilidades de ganar.