SANTIAGO.- El panorama electoral al terminar la jornada del domingo de seguro no va a ser el mismo ni para la Concertación ni mucho menos para la Alianza por Chile. Por primera vez en diez años la derecha está disputando mano a mano una elección municipal, con ciertas posibilidades de adjudicarse más de una comuna emblemática del país, como son los casos de Santiago, Viña del Mar, La Florida y Concepción.
Con una proyección de obtener cerca al 40% de los sufragios, el sociólogo y director del Programa Político del Instituto Libertad y Desarrollo, Eugenio Guzmán, cree que la Alianza por Chile será, sin duda alguna, la gran ganadora con los resultados que se den hoy, pues si se comparan los resultados con los de las municipales del '96, la derecha subirá entre 6 y 8 puntos su base electoral, escenario que la dejará en una posición distinta para enfrentar una nueva relación con el gobierno y generar, por supuesto, una agenda política más acorde a sus intereses.
¿Qué clima electoral permite al ILD proyectar que en estas municipales la Concertación obtendrá entre 48-50% y la derecha un 38-40%?
Si bien es cierto es muy difícil augurar resultados absolutos para hoy, existen ciertos elementos que hay que tener en cuenta a la hora de analizar los posibles rangos: la figura de Joaquín Lavín en este sentido es muy importante, pues indujo a la unidad del sector y logró mentalizar a sus dirigentes de que es posible ganar elecciones, incluso una presidencial, lo que no ocurría hasta unos años atrás.
También por supuesto están los conflictos sociales, el tema de las indemnizaciones y una crisis económica de la cual aún no logramos salir y que ha sido muy mal manejada.
En este escenario en que los dos grandes bloques se reparten casi el 90% del electorado, ¿que cabida tienen los otros partidos, como el comunista o el humanista?
La votación del PC debiera ser similar a la obtenida en la anterior elección municipal del año '96. No podemos esperar que tengan el mismo resultado que obtuvieron en la reciente elección presidencial, pues primero que todo son eventos totalmente diferentes que no son comparables y segundo es que en los últimos comicios el PC le prestó una cantidad de votos importante al Presidente Lagos. Con todo, los comunistas debieran obtener su votación histórica cercana a los 400 mil votos.
El caso del partido humanista es muy similar al anterior, pues es posible proyectar una votación entre el 1.5% y 2%.
De cumplirse las proyecciones para este domingo, ¿de qué manera cambiará la relación gobierno-oposición en cuanto a la generación de una nueva agenda política y económica?
De acuerdo a la óptica política con que se interpreten los resultados, los análisis al respecto pueden ser muy disímiles. Una cosa es segura: nadie va a querer asumir una derrota y todos se darán por ganadores. La relación gobierno oposición, entonces, se dará de acuerdo a la interpretación que se le dé a los resultados. Si el gobierno saca menos del 50% es sin duda un escenario complicado para las autoridades, más aun si la Concertación pierde en las comunas más emblemáticas de Chile, como Viña, Santiago, Concepción y La Florida. Pero en definitiva dependerá de la óptica que se aplique al análisis.
El diputado Rebolledo (PPD), por ejemplo, adelantó que en las 15 comunas más populosas la Concertación va a arrasar, no importando la relevancia que puedan tener las otras cuatro comunas donde la concertación puede ser derrotada.
Las declaraciones del ministro Huepe en cuanto a que la Concertación se daría por satisfecha con el 48% de los votos, no resisten mayor análisis, porque una cosa es el discurso hacia la opinión pública y otro es hacia el interior de la coalición.
No tengo dudas de que si la Concertación saca más del 50% va a realizar una validación de triunfo y de respaldo. Aun así, si uno lo mira con seriedad, un 51% no es un éxito, porque sería el porcentaje más bajo de los últimos diez años obtenidos por la alianza de gobierno.
¿Pero después de diez años en el poder y con un desgaste natural, no es esperable un porcentaje de este tipo?
El tema es que la política no se hace de la justificación que uno puede realizar, sino que por el contrario, se hace sobre la base de los resultados que se obtienen. Esos resultados finales son los que quedan a la larga en la retina de la ciudadanía y de la prensa. Un porcentaje alto o bajo en unas elecciones da señales de cuán bien o mal se están haciendo las cosas, cuánta pirotecnia se tiene que imprimir versus cuánta realidad tienes que imponer a las cosas.
¿Representa algún tipo de medición para el Gobierno estas elecciones municipales?
Claramente es una medición, pero la pregunta aquí es cuánto de eso se exterioriza y cuánto se oculta. Me parece que, si bien es cierto estas elecciones son una medición a la Concertación como tal, también lo será en una mezcla con el gobierno del Presidente Lagos.
¿Una eventual considerable baja de la Democracia Cristiana, haría peligrar el centro político para el futuro?
Tengo mis dudas si hay que plantear el tema en torno al centro político. El centro son esas personas independientes que hacen volátil una elección y que son mucho más sensibles a las cosas del corto plazo. Son aquellas personas que algún minuto te hacen tener un millón más o un millón menos de votos. Si uno analiza las anteriores elecciones municipales en cuanto a la votación de la DC, no hay duda que ésta ha ido cayendo. Si se analizan las elecciones parlamentarias también nos daremos cuenta que se ha ido perdiendo, no sólo en porcentaje, sino también en número de votos y, al parecer, una fracción de esos votos han sido capturados por el bloque PS-PPD. Cualquier escenario que se dé no significa la desaparición de la Democracia Cristiana como fuerza política, sólo implica que la situación se hace más compleja en términos de las negociaciones que podría enfrentar en el futuro.
El hecho de que para estas elecciones haya candidatos privilegiados a alcalde en detrimento de los concejales, ¿no es un signo inequívoco que es necesario reformar la actual ley de elecciones municipales?
Me parece que es un hecho inequívoco el que la gente en última instancia vota por alcaldes. Independientemente de este hecho, ha habido en el ambiente un argumento que señala que al haber candidatos privilegiados la gente votará sin posibilidad de elegir por quién realmente le gustaría hacerlo.
Si en Chile, como en otros países, las elecciones de alcaldes y concejales fueran distintas las unas de las otras, también en definitiva va a existir un privilegio para ciertos candidatos, porque de lo contrario el bloque que no lo haga tiene enormes posibilidades de perder.
Después de esta elección, ¿cree que habrá un reordenamiento de la correlación de fuerzas al interior de la Alianza por Chile y de la Concertación?
Si se analizan las listas en concreto se puede deducir que la mayoría de los alcaldes que van a la reelección se pusieron como cabecera de cada pacto, lo cual determina que las diferencias en términos de números de alcaldes van a ser muy similares a la actual.
En el caso de la Concertación, tal vez, la situación sea algo distinta en el sentido de que el peso que tiene hoy la Democracia Cristiana vaya a ser menor, pero no algo que se salga de las proporciones. Cómo se tome el dato y cómo se lean a la opinión pública los resultados va a ser fundamental a partir del lunes.
¿Se puede deducir que a todas luces será la Alianza por Chile la que saldrá mejor parada en estos comicios?
Desde el punto de vista del crecimiento y consolidación, no me cabe duda alguna. En cuanto al país en general, creo que se van a ir consolidando dos grandes bloques; y desde la óptica del Gobierno, me da la impresión que de obtener un gran porcentaje podría decir que debido a su alta aprobación no es necesario enmendar el rumbo, porque las cosas se están haciendo bien.