SANTIAGO.- Los jefes de las Fuerzas Armadas analizaron este viernes, a puertas cerradas, la orden de arresto y el proceso abierto contra el ex dictador chileno, general Augusto Pinochet, que causó sorpresa en los altos mandos, informaron fuentes oficiales.
"Es mi opinión personal que esta situación está tensionando a nuestra sociedad a un punto bastante crítico", advirtió el comandante en jefe de la Armada, almirante Jorge Arancibia.
"Eso es inquietante", agregó el jefe naval, al término de la reunión en el Edificio de las Fuerzas Armadas.
La cita fue convocada por el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta y a ella, además de Arancibia, concurrieron el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general Hernán Gabrieli, y el director de Carabineros, general Manuel Ugarte.
Izurieta, que reemplazó a Pinochet en el mando del Ejército en marzo de 1998, regresó a Santiago desde la ciudad de Quillota, 80 km al noroeste, donde recibió la noticia que afecta a su antecesor en el cargo y ex gobernante entre 1973 y 1990.
Poco antes de conocer el juicio y la orden de arresto contra Pinochet, Izurieta había manifestado su complacencia, por el clima de diálogo que se observa en el país, bajo el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos.
"El país vive un momento positivo y el Ejército, como siempre, ha estado y estará colaborando para aportar todo lo que sea necesario para unir a nuestro país", había dicho Izurieta, hablando en el regimiento Buin de Santiago, antes de su interrumpida visita a Quillota.
"Estamos cumpliendo muy seriamente el compromiso que asumimos en la Mesa de Diálogo", agregó el general, en alusión a los antecedentes que las Fuerzas Armadas se comprometieron a entregar sobre el destino que tuvieron más de un millar de desaparecidos durante el régimen de Pinochet.
El plazo para la entrega de esa información al Presidente Lagos culmina el próximo 6 de enero.
Las declaraciones de Izurieta se produjeron cinco días después de su imprevisto viaje a Roma, donde el lunes pasado fue recibido en audiencia por el Papa Juan Pablo II.
La orden de arresto contra el general Pinochet fue impartida por el juez Juan Guzmán Tapia, que lo declaró "reo" por los crímenes de la "Caravana de la Muerte", una comitiva militar que recorrió el país y fusiló a 75 presos políticos en octubre de 1973.
