BERLÍN.- La selección alemana de fútbol "está lista para empezar" el Mundial de fútbol y, según el entrenador Jürgen Klinsmann, sabe "todo" sobre el primer rival, Costa Rica, a quien enfrentará en el partido inaugural del torneo el viernes en Munich.
La selección anfitriona se asentó hoy en su cuartel general mundialista, un lujoso hotel en un barrio periférico de Berlín, "que se ha reservado hasta el 10 de julio", dijo Klinsmann en una rueda de prensa, transmitiendo la confianza que se tiene el equipo: "en los últimos dos años nos hemos propuesto y hemos trabajado lo suficiente como para creer en llegar" a la final de Berlín el 9 de julio.
Los jugadores del tricampeón mundial se instalaron hoy en el hotel "Schlosshotel", en la coqueta y apartada zona residencial de Grunewald, antes de realizar el primer entrenamiento en el campo de los aficionados del club Hertha Berlín.
Respecto a Costa Rica, el primer rival de los alemanes en el grupo A, integrado además por Polonia y Ecuador, Klinsmann aseguró "tener todas las informaciones disponibles". El equipo alemán tiene un equipo de trabajo dirigido por el suizo Urs Siegenthaler, encargado de estudiar a fondo cada selección rival.
"Ahora que llegamos a Berlín empezaremos a hablar con los jugadores sobre Costa Rica. Les presentaremos un detallado análisis del rival, de cómo juega, de cada uno de sus jugadores. Para eso tendremos el martes y miércoles, aparte de los entrenamientos", explicó Klinsmann la tarea a encarar por el plantel en los próximos días.
Sin embargo, agregó, en las últimas horas antes del partido inaugural del viernes, el cuerpo técnico ya no hablará sobre el rival. "El jueves y las horas antes del partido volveremos a recordar con los jugadores qué es lo que queremos, cómo nos queremos presentar", explicó el entrenador.
Consultado sobre la táctica y la forma de cómo se plantea Alemania el encuentro con Costa Rica, Klinsmann, con una sonrisa y diplomáticamente, rehusó comentarlo. "Eso es algo que hablamos en lo interno, no ante la opinión pública", dijo.
El hecho de que sea justo el dueño de casa el encargado de abrir el Mundial no supone "ningún problema". "Por supuesto, hay cierta presión, mucha expectativa, para qué negarlo, pero nuestra tarea es decirle a los jugadores que eso es positivo, que lo vean como algo bueno, que les genere alegría".
Arne Friedrich, que tiene practicamente asegurada la titularidad sobre la banda izquierda en la línea de fondo, coincidió con su entrenador, al explicar que el equipo seitne que se vive una "situación excepcional, incomparable".
"Es un gran honor ser los primeros en jugar, todo el mundo mirando ese partido, nosotros jugando en casa, con el apoyo de los hinchas, todo eso genera una gran alegría. Pero reconozco que estoy notando un creciente nerviosismo", dijo Friedrich en la misma rueda de prensa.
