DORTMUND.- El entrenador de la selección brasileña de fútbol, Carlos Alberto Parreira tendrá el corazón dividido en los octavos de final del Mundial de Alemania, ya que la continuidad de Brasil dependerá de la eliminación de Ghana, un equipo con un significado especial para el estratega.
Cuando tenía 23 años y aún era un estudioso preparador físico, Carlos Alberto Parreira tuvo su primera experiencia como técnico al llegar a Ghana donde entrenó entre 1967 y 1968 a la selección de aquel país y al club SC Asante Kotoko, con el que ganó una liga nacional y fue finalista de la Copa de África de clubes.
Con la selección nacional de Ghana llegó también a la final de la Copa de África de Naciones (CAN), en 1968, para caer ante Zaire (República Democrática del Congo) por 1-0, en Etiopía.
"Fui entrenador de la selección de Ghana. Recuerdo especialmente esa Copa Africana que fuimos a disputar en Etiopía. Tengo gratos recuerdos de ese equipo. Pienso que ahora finalmente se hizo justicia con la presencia de Ghana en un Mundial", dijo Parreira.
La presencia de Parreira en el país africano era parte de un acuerdo bilateral por el que Brasil comprometía su ayuda para el desarrollo del deporte en general, y en particular el fútbol.
El desempeño de Parreira al frente del SC Asante Kotoko y con la selección de Ghana le dio cierta reputación y en 1969 Parreira decidió retornar a Brasil, donde asumió el cargo de preparador físico del club Vasco da Gama.
Un año después iría al Mundial de México '70 como preparador físico de la selección brasileña y en 1975 tuvo su primera experiencia como técnico en Brasil llevando al Fluminense.
Después, como un auténtico trotamundos, ha sido técnico de las selecciones de Kuwait, de Emiratos Arabes Unidos y de Arabia Saudí y de los clubes Bragantino (Portugal), Valencia (España), Fenerbahce (Turquía) y MetroStars (Estados Unidos).
El jueves, después que Brasil goleó a Japón por 4-1 y confirmar que Ghana sería el adversario de Brasil en los octavos de final, Parreira reservó palabras de cariño y respeto por el equipo africano. "Fue la primera selección nacional que dirigí", recordó.
En la visión de Parreira, la presencia de Ghana en una Copa del Mundo llena un vacío que debía haber sido superado ya tiempo atrás.
"Ghana ya debía estar en un Mundial hace mucho tiempo. Fue una bellísima sorpresa, y merecidamente clasificó a los octavos de final. Jugó muy bien contra Italia, tiene un equipo técnicamente muy bueno. Es una potencia africana", dijo el entrenador brasileño.
Al ser consultado si en su opinión Ghana enfrentaría a Brasil cerrado sobre su defensa y preocupado apenas en evitar goles apostando a los contragolpes, Parreira dejó claro que tiene confianza en la opción preferencial de los ghaneses por un fútbol diferente y más abierto.
"No ví nada de eso en Ghana en este Mundial. Es un equipo que sale a buscar el partido. No se cierra en la defensa. Tiene un estilo propio y no cambiará para enfrentar a Brasil. Nosotros no elegimos adversarios y ahora nos toca Ghana, de modo que vamos a prepararnos para eso", apuntó.
Parreira sabe bien cuánto significa dirigir una selección en Copas del Mundo. Era preparador físico de la selección conducida por Mario Zagallo en México '1970, y siempre ha dicho que esa experiencia lo convenció a dedicarse en pleno a la carrera de entrenador.
Fue el conductor de la selección de Kuwait en la Copa del Mundo de España '82, y en Italia '90 estuvo al frente del equipo de Emiratos Árabes Unidos. Fue campeón mundial con Brasil en 1994 y en 1998 fue responsable por Arabia Saudí, aunque fue despedido después de los dos primeros partidos.
Ante Ghana, Parreira ciertamente gritará los goles brasileños. Pero también seguramente una parte de su corazón estará con esa selección africana que lo ayudó a convertirse en el exitoso entrenador que es en la actualidad.
