El día martes 9 de abril un hombre de 31 años fue asesinado en la comuna de La Pintana, tras recibir un disparo en una de sus piernas. El hecho fue presenciado por su hija de nueve años, quien debió ser contenida por una vecina del lugar.
A esto se sumó el homicidio del teniente de Carabineros Emmanuel Sánchez, ocurrido la noche del miércoles en Quinta Normal, quien tras intentar repeler un delito se enfrentó a tiros con al menos cinco delincuentes, falleciendo en el lugar. Sánchez iba acompañado por su esposa y su hijo pequeño, un menor de tres años.
Asimismo, durante la madrugada de este viernes 12 de abril un violento asalto afectó a una familia de la comuna de San Joaquín, luego de que a eso de las 03.00 horas un grupo de delincuentes encapuchados ingresara a robar a su vivienda, para luego atropellar a una de las víctimas en su huida. En la casa se encontraba un menor de cinco años.
Es en ese contexto que diversos expertos levantaron las alertas por el impacto que puede tener el presenciar este tipo de hechos, o bien ser víctimas directas de ellos, para los
niños, niñas y adolescentes.
"Frente a esta crisis, la niñez y la adolescencia son uno de los grupos más afectados. Desde la Defensoría de la Niñez hemos realizado una serie de acciones que no solamente se relacionan con la respuesta judicial, mediante la interposición de querellas, sino que también mediante un llamado al Ejecutivo a coordinar una estrategia integral para erradicar y abordar con sentido de urgencia este problema", señaló el defensor de la Niñez, Anuar Quesille, respecto a la situación de inseguridad.
En ese sentido, Quesille enfatizó en la importancia de generar entornos seguros para los niños, niñas y adolescentes. "Construir y devolver entornos seguros para los niños, niñas y adolescentes, la necesidad de reforzar los mecanismos de investigación judicial e investigación policial, y la garantía específica de los derechos sociales en los barrios en relación con los niños, niñas y adolescentes, dan cuenta de una estrategia que es necesario tener en cuenta.", sostuvo.
Añadiendo que "los niños y niñas no pueden seguir esperando. Es importante que los organismos del Estado, incluida la Defensoría de la Niñez, el Gobierno, el Poder Judicial, las policías y la comunidad trabajen mancomunadamente en este objetivo común de otorgar y garantizar la seguridad de los niños, niñas y adolescentes".
Secuelas permanentes
Consultado por Emol, el diputado de Renovación Nacional (RN) y presidente de la comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara, Andrés Longton, expresó su preocupación ante este tipo de hechos y recodó que las consecuencias de vivir algo así "son permanentes".
"Este tipo de asesinatos termina generando secuelas permanentes en las familias, sobre todo en los hijos menores de edad y es por eso que espero que el Gobierno, a través de los distintos departamentos, en este caso de la subsecretaría de Prevención del Delito, puedan abordar estas situaciones a partir del centro de atención de víctimas de delito", sostuvo.
En la misma línea se refirió el diputado independiente-PPD y miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana,
Jaime Araya, quien destacó la necesidad de un mayor compromiso del Estado con los hijos de víctimas de homicidio.
"Tenemos que mostrar más compromiso con los hijos y las hijas de victimas de estos crímenes. Asegurarnos de que el Estado, que no protegió a sus padres o madres, se haga cargo de verdad de garantizarles las herramientas para forjarse un futuro, a pesar de tan dramáticas circunstancias", señaló.
Añadiendo que "lo elemental es asegurar asistencia psicológica para enfrentar el shock inicial y un sistema de becas que aseguren la escolarización hasta cuarto medio a lo menos, y buscar un sistema de aseguramiento de prestaciones de salud, hasta la mayoría de edad. Eso como un estándar mínimo y común".
Defensoría de las Víctimas
Por otro lado, ambos parlamentarios coincidieron en la relevancia que tendrá la Defensoría de las Víctimas al respecto, esperando que prontamente la ley vea la luz.
"Espero que tenga mayor cobertura esto, a propósito del proyecto de ley que está a punto de convertirse en ley que crea la Defensoría de las Víctimas que tanto hemos impulsado y que trae consigo también apoyo social, apoyo psicológico y una atención integral a las víctimas", manifestó Longton.
Agregando que "esperamos que este nuevo servicio repercuta en una atención especializada, que es lo que merecen las víctimas, sobre todo los menores de edad que tienen que convivir con este dolor, que como repito, termina dejando secuelas que te acompañan toda la vida y que afectan la formación y el crecimiento de estos menores de edad".
Por su parte, Araya afirmó que "es importante que la Defensoría de las Victimas vea pronto la luz, de manera tal que podamos garantizar que la reparación podrá ser perseguida por vía judicial".
Un evento traumático y cómo abordar la prevención
Ahora bien, desde el aspecto psiquiátrico y psicológico la psiquiatra infantil y del adolescente de la Universidad de Chile, Vania Martínez, se refirió al impacto que puede tener en la salud mental de los niños, niñas y adolescentes el presenciar este tipo de hechos, advirtiendo sobre la necesidad de encontrar un punto medio entre preparar a los menores a una situación de riesgo, versus el generar un temor por algo que aún no ha ocurrido.
"Estar expuestos o expuestas a una situación traumática, ya sea la descrita como un evento violento, como también por ejemplo un incendio o un terremoto, afecta directamente a la salud mental, impactando con altos síntomas de estrés. Va a depender de la intensidad del evento vivido, pero también de la misma persona y de cuál es la reacción que va a tener, pero cuando es un evento tan traumático y tan violento, lo más probable es que sí tenga un efecto inmediato en el corto plazo", explicó al respecto.
En ese sentido, según detalló, algunos de estos síntomas podrían ser: "
pesadillas,
temor,
regresión a etapas inferiores del desarrollo como por ejemplo comenzar a hablar como más niño, o bien tener
enuresis nocturna, es decir que se orinan, por lo tanto quienes sufren esto debieran recibir al menos una contención emocional inicial y tener una evaluación desde el punto de vista de salud mental para prevenir que esto se transforme en cuadros más complejos como podría ser un trastorno de
estrés postraumático".
Desde esa línea añadió que "hay personas que les dicen a sus hijos qué hacer frente a una encerrona. La gente está alertando por esta situación, se están poniendo en todos los escenarios, pero a su vez es muy complejo que un niño pueda defenderse frente a ciertas situación, ya sea por ejemplo con una cotona antibalas o agachándose. Es una reflexión del tema de la violencia y la delincuencia que ya está en la sociedad. Es difícil el decirles qué hacer cómo prevención, pues eso lo hacemos por ejemplo frente a un terremoto, pero por otro lado no hay que normalizar que estas situaciones ocurran".
Con lo anterior Martínez sostuvo que se debe encontrar un punto medio entre prevenir y el riesgo de generar temores. "Es una realidad que podría ocurrir. Se puede hablar del tema, pero sin que sea generador de mayor miedo. Son cosas que se pueden aprender y enseñar, pero debemos buscar un intermedio", concluyó.
