Graffitis, rayando muros

Las murallas han sido rayadas desde los inicios de la humanidad. Primero lo hicieron los prehistóricos con su arte Rupestre y hoy lo hacen los escritores de graffitis en metros y paredes de la ciudad.


Jugando al museo libre, abierto y para todos, decoran con spray los lugares que les gustan. Así, esperan que gente común y corriente conozca, critique o agradezca el arte callejero que practican.


El graffiti es ilegal, anónimo y egocéntrico. Una disciplina temporal, que espera por ser borrada o demolida. A los graffiteros no les importa. Ellos sólo quieren dejar su marca. Aquí, toda la cultura que esconden los muros de colores.


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Contenido: Javiera Álvarez / Diseño: Rodrigo Polidura