Henri acaba de divorciarse de su mujer, con quien tiene dos hijos. Una de sus mayores preocupaciones es dejar de ver a sus hijos y convertirse en un padre ausente, pues cuando él era niño no tuvo una buena figura paterna y, por ende, no quiere que eso le ocurra a sus hijos. Un día llega a verlo Boris, su padre. La visita no es breve, todo lo contrario, pues Boris quiere vivir con Henri. De este modo, ambos deben iniciar una conversación que salde las deudas pendientes y que aclare porqué Boris no desempeñó el papel de padre pero sí ejecutó todos los otros papeles de su vida como actor.
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