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Kommunalka es el nombre que reciben los departamentos que fueron requisados por el gobierno de Stalin en la Unión Soviética, los que eran utilizados para albergar a la mayor cantidad de gente posible. Actualmente esas construcciones funcionan como pensiones para familias de clase media, por lo que viven hacinados compartiendo la cocina, el baño y los pasillos. Es en éstos últimos donde todos se topan como si estuvieran en una verdadera calle, en una ciudad en miniatura, repleta de diferentes personalidades. La multiculturalidad de las Kommunalkas es exhibida en este documental de Françoise Huguier.