SANTIAGO.- Ante la majestuosa batalla que la nueva temporada de "Game of Thrones" mostró en el capítulo pasado, en esta oportunidad la serie de HBO profundizó en un conflicto más importante que los anhelos de Daenerys (Emilia Clarke) de tomar el Trono de Hierro en Poniente.
Se advierte que los siguientes párrafos incluyen información explícita del quinto capítulo de la serie
Con el episodio "Eastwatch" surgieron varias dinámicas inesperadas para la narración, así como también la aparición de personajes que habían desaparecido, como en este caso el bastardo de Robert Baratheon, Gendry (Joseph Dempsie).
Tras la batalla en que los dothrakis y Drogon arrasaron con las tropas de los Lannister, Tyrion (Peter Dinklage) tuvo cuestionamientos hacia la última Targaryen sobre cómo estaba llevando a cabo su ofensiva en el continente, luego de matar a los Tarly porque decidieron no unirse a ella.
Sin embargo, la alerta del Cuervo de Tres Ojos –Brandon Stark (Isaac Hempstead-Wright)– a todos los reinos por el avance del ejército de los muertos encendió las alarmas. Por lo mismo, el enano ideó un plan para que la tensión se enfocara en lidiar con las tropas del Rey de la Noche: atrapar a uno de los muertos y llevarlo a Desembarco del Rey para que Cersei Lannister (Lena Headey) se diera cuenta de la amenaza que enfrentan.
Con la llegada de Jorah Mormont (Iain Glen) a Rocadragón, se formó un grupo que se aventurará en la misión al norte de El Muro. A ellos se sumarán Gendry, los Salvajes y algunos miembros la Hermandad sin Estandartes junto a El Perro (Rory McCan).
El capítulo contó con otras sorpresas: el supuesto embarazo de Cersei, quien confirmó que Jaime (Nikolaj Coster-Waldau) sería abiertamente su padre; y la interacción entre Jon Snow (Kit Harrington) con Drogon, lo que contribuye a la teoría de que el bastardo es descendiente de los Targaryen.