Pilar Abel buscaba poder llevar el apellido del artista y heredar un 25% de su legado, además de acceder al dinero que generan sus derechos de autor.
EFE
SANTIAGO.- Pilar Abel Martínez y Salvador Dalí, no tienen parentesco alguno. Así lo determinó el cotejo de las muestras de ADN de la mujer de 61 años y de los restos del fallecido artista.
La información fue dada a conocer hoy por la Fundación Gala-Salvador Dalí, que en un comunicado afirmó que los resultados obtenidos "permiten excluir a Salvador Dalí como padre biológico de María Pilar Abel Martínez".
"En ningún momento ha habido indicio alguno de la veracidad de una pretendida paternidad", aseguró la entidad.
Consultada al respecto por el diario español El País, la mujer señaló que ni ella ni su abogado han recibido aún los resultados. "Hasta que no tenga un comunicado oficial ya pueden decir misa. Yo no me escondo, sea el resultado que sea: positivo, negativo o nulo, daré una rueda de de prensa con todos para explicarlo", afirmó Abel Martínez.
La mujer ha reclamado la supuesta paternidad de Dalí desde 2007, asegurando que era fruto de una aventura amorosa del artista con su madre. En 2015, Abel Martínez presentó la demanda de paternidad y, en el marco de ella, la Justicia española ordenó la exhumación de los restos de Salvador Dalí, lo que ha sido muy criticado por la entidad que gestiona su legado en nombre del Estado.
En este sentido, hoy la Fundación Gala-Salvador Dalí aseguró que "la inusual e injustificada decisión judicial de practicar la exhumación se confirma como totalmente inadecuada y desproporcionada, poniendo en evidencia su total improcedencia y la inutilidad de los costes y perjuicios de todo tipo que ha ocasionado, respecto a los cuales la Fundación reitera la expresa reserva de acciones".
Con su demanda, Abel Martínez buscaba poder llevar el apellido del artista y heredar un 25% de su legado, además de acceder al dinero que generan los derechos de autor de Dalí.
La Fundación Gala-Salvador Dalí señaló que con los resultados de las pruebas de ADN "se pone fin a una absurda y artificial polémica" y también se consigue que "la figura de Dalí quede definitivamente excluida de unas pretensiones totalmente infundadas".
