SANTIAGO.- Figuras clásicas del extinto matinal de TVN "Buenos Días A Todos" como Margot Kahl, Jorge Hevia y el recordadísimo Felipe Camiroaga compartieron la pantalla chica con el chef Javier Pascual, quien falleció este martes a los 89 años. La información fue confirmada por el empresario gastronómico Marcello Avatte a través de Twitter, donde escribió: "Nuestro querido chef español, don Javier Pascual, ha fallecido".
Tan pronto se supo la noticia, el nombre del afamado cocinero se transformó en uno de los tópicos más comentados en esta plataforma. En muchos de los tuits relacionados a su partida se vislumbraba pesar y pena por la muerte de Pascual.
En otras redes como Instagram, Chris Carpentier —colega y amigo de Pascual—también tomó un momento para despedir cariñosamente a este hombre que llegó a Chile a los 17 años escapando de la Guerra Civil Española y que hasta los 14 vivió en un orfanato junto a su hermano. "Gracias por todo tu cariño, Javier. Siempre fuiste el más generoso de todos. Grande, 'Cachamandí'. Te quiero", expresó el ex jurado de "MasterChef Chile".
En conversación con Emol, Carpentier ahonda más sobre la personalidad del ahora difunto cocinero que, según afirma, era bastante querido dentro y fuera del círculo gastronómico. "Fue el cocinero más generoso que yo he conocido en Chile. Generoso en todo orden de cosas. Si había un desastre natural, era el primero en estar apoyando. Si ibas donde él, te ofrecía un plato de comida. Era una persona llena de buenas intenciones", recuerda.
El experto culinario asegura que Javier Pascual fue una "de las primeras personas que puso en su restaurante cocina muy de casa. Tenía garbanzos, tenía lentejas, puchero. Fue de los primeros, diría yo, en tener en su carta cocina muy de sus raíces y de ahí nacieron muchas anécdotas", aclara.
-¿Cómo cuáles, Chris?
- Él creció en un orfanato durante la Guerra Civil. Me contaba que en la despensa estaban los chorizos, jamones, todo. Y un día con una tijera le cortó a la madre (en alusión a una religiosa) el llavero que tenía las llaves de ese lugar. Él entró, se metió por debajo de la polera chorizos, jamones, de todo. Llegó a la pieza donde estaban sus compañeros y compartió todo esto con ellos y se dieron un festín y tiró las llaves para fuera del orfanato.
Gran ca… quedó después. La madre preguntaba quién había sido y él escondió la ropa que estaba toda manchada y lo negó cuando la madre le preguntó. Años más tarde, cuando ella estaba a punto de morir, Javier Pascual fue a verla y le preguntó a él si había sido el que robó y lo negó.
Quien también compartió con él fue Mauricio Correa, ex director de "Buenos Días A Todos" que recientemente tuvo un breve paso por el matinal "Bienvenidos" de Canal 13, con quien trabajó por poco más de 10 años.
Javier Pascual junto a Mauricio Correa / Crédito imagen: Archivo El Mercurio.
"Él era de esas personas que era imposible no querer. Era muy cariñoso, solidario. Él como personaje, como persona, era todo. Era muy optimista también. Yo tengo la impresión de que ayudaba a mucha gente", manifiesta Correa, aunque en el último tiempo no supo mucho del chef. "Fui varias veces a su restaurante, pero él no estaba. Sabía que estaba delicado de salud y todo lo demás, entonces había que dejarlo”.
Para el director, Javier Pascual era un hombre que "las hizo todas. Trabajó hasta vendiendo zapatos porque trabajó con Abel Alonso —ex presidente de la Asociación Central de Fútbol (actual ANFP)—, que tenía una empresa. Debe haber sido en los setenta u ochenta. Trabajó mucho tiempo en eso por todo Chile. Decía que era el mejor vendedor de zapatos que había".
Una relación más cercana la tuvo Jorge Hevia, ex animador de "el matinal de Chile". Jorge sostiene que se reía mucho con él. "Tenía muy buenas salidas", cuenta sobre el dueño de los restaurantes "La Cocina de Javier", populares por sus paellas.
"Yo tenía una relación especial con él porque mi madre y mis tíos son españoles y llegaron junto a Javier a Chile en barco, pero mucho después del Winnipeg. Cuando llegaron, vivían en lugares donde los chilenos los atendían en la calle San Diego. Se hicieron amigos. Javier con mi madre y con mi tío mayor salían a fiestas juntos. Había algo más", revela.
"Era un tipo encantador que no hacía daño, bueno para disfrutar la vida, bueno para comer". Prueba de ello fue cuando Hevia y su esposa fueron un día a comer a uno de los locales de Pascual. "Mi señora se comía un pernil y ella, obviamente, le sacaba la grasa. Bueno, Javier se comía esa grasa. Tenía gracia para comerse la grasa (risas)".
Hevia remata diciendo que "él —y varios otros —fueron artífices del éxito del 'Buenos Días A Todos' desde la cocina, que era una tribuna distinta y no era la habitual".
